El exbrazo derecho de García Luna, en la nómina de Ricardo Salinas Pliego

Sujeto a investigación en México por sus estrechos nexos con Genaro García Luna –quien se encuentra preso en Estados Unidos bajo sospecha de colaborar con el Cártel de Sinaloa–, Luis Cárdenas Palomino encontró refugio en una empresa del magnate Ricardo Salinas Pliego tras haberse retirado del servicio público. Al exfuncionario policiaco lo marca una turbia trayectoria, a la sombra siempre de quien fuera, entre otros cargos, titular de la SSP en el sexenio de Felipe Calderón. Desde enero de 2013 ocupó la dirección de Adamantium, una filial de Grupo Salinas dedicada a la seguridad privada y el espionaje.

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CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Inmediatamente después de concluir el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Luis Cárdenas Palomino, el brazo derecho de Genaro García Luna en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se convirtió en empleado exclusivo del multimillonario Ricardo Salinas Pliego: en enero de 2013 asumió la dirección de Adamantium Private Security Services, una filial de Grupo Salinas dedicada a la seguridad privada y el espionaje.

Durante su transición al sector privado, el exjefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) no cortó sus vínculos con el gobierno: a lo largo de la administración de Enrique Peña Nieto –cuyo consejero jurídico, Humberto Castillejos Cervantes, fue su cuñado–, Adamantium recibió por lo menos 24 contratos públicos federales por un monto total de 510 millones 470 mil pesos.

Estos contratos, que Proceso detectó en la plataforma Compranet, abarcaron servicios de seguridad en infraestructuras estratégicas del país: el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), estaciones de combustibles operadas por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), así como los puertos de Manzanillo y Veracruz.

El más importante, por 176 millones 239 mil pesos, le fue otorgado mediante adjudicación directa en febrero de 2017: se trató de un contrato plurianual para “servicios de seguridad y vigilancia en plataformas, zona perimetral y control de acceso en las terminales 1 y 2 del AICM”.

La polémica carrera de Cárdenas Palomino, quien llegó a tener bajo su mando a más de 36 mil agentes de la PF, estuvo marcada por el AICM: el 25 de junio de 2012 se desató una balacera entre miembros de la corporación en la Terminal 2, presuntamente por un asunto de tráfico de drogas, que desembocó en la muerte de tres uniformados.

Cárdenas culpó a tres policías, pero dos de ellos –Daniel Cruz García y Zeferino Morales Franco– dijeron a Proceso en julio de 2012 que el entonces jefe de Seguridad Regional de la PF protegía las actividades del narcotráfico en el AICM. En los meses posteriores se tambalearon la versión oficial y el video que García Luna y Cárdenas Palomino presentaron a los medios de comunicación en relación con esos hechos.

                                                         
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