La línea limítrofe está controlada en su totalidad por este grupo delincuencial, generando millonarias ganancias por “renta de plaza” al mes
heraldodemexico.com.mx
Al menos 600 kilómetros, de los 3,200 que unen a México con Estados Unidos, están controlados por personas relacionadas con el Cártel de Sinaloa y se usan para traficar con migrantes. O al menos así lo ha declarado un presunto operador financiero del cártel.
La línea limítrofe entre Sonora y Arizona está controlada en su totalidad por este grupo delincuencial, asegura el hombre encubierto, y el manejo de esta ruta migratoria les deja ganancias de al menos un millón de dólares al mes, declara; unos 20 millones de pesos.
El cártel ha diversificado su negocio, expandiéndolo mas allá del tráfico de drogas al de personas; pero usan las mismas rutas para moverse. El negocio, pese al endurecimiento de las políticas migratorias en ambos países y el reforzamiento de la seguridad en la frontera física, no deja de dejar dividendos, pues aunque haya mayor vigilancia, los costos suben.
Aunque se reduzan los cruces, los migrantes gastan más por ser llevados a territorio estadunidense; pagan por ser “cruzados” ya sea por el desierto o por una garita, el precio más elevado; o solo por ser entregados a las autoridades y así solicitar asilo.
Los “administradores” del negocio tienen que sobornar a autoridades a ambos lados de la frontera y reciben ganancias por el cobro del derecho de paso a “polleros” o “coyotes.
El gran negocio
De acuerdo con información proporcionada por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de Estados Unidos, el tráfico de personas genera ganancias por 4,000 millones de dólares, pero el gobierno mexicano sube la cifra hasta los 6,000 mil millones.
Para el Instituto Nacional de Migración existen identificadas al menos 18 redes de tráfico de migrantes en por lo menos nueve ciudades del país; estas mafias cobran hasta 10 mil dólares (alrededor de 200 mil pesos) por cruce a los centroamericanos, mientras que a los nacionales la cifra es menor.
El colaborador del cártel aseguró que la “oferta” de este año fue trasladar a un adulto, acompañado de un menor, por entre 3,000 y 6,000 dólares (entre 60 y 120 mil pesos) y ser entregados a la patrulla fronteriza para después iniciar un proceso de asilo.
“Renta de Plaza”
La intrincada red lleva al cartel a rentar la “plaza”, el territorio que controla, a bandas locales para que trafiquen y a su vez cubren sus cuotas con los cuerpos de seguridad; desde policías locales, estatales y federales hasta la Guardia Nacional. Todos gozan de privilegios.
En territorio estadounidense también se extiende la red de movilidad de migrantes; con casas de seguridad que los distribuyen hacia el interior del país, hasta rutas por el desierto y garitas.
Para el colaborador, la clave del negocio es seguir controlando los puntos estratégicos en la región, entre los que destaca el del Desierto de Altar, en Sonora, un lugar privilegiado para el tráfico de estupefacientes, concluye.