Sin control, la desigualdad económica

jornada.com.mx

La histórica desigualdad no cede en el país. Seis de las personas más acaudaladas concentran mayor riqueza que la mitad de la población, 62.5 millones, quienes viven en la pobreza. Esta brecha gira en torno a un sistema económico injusto y patriarcal, que recarga el trabajo no remunerado en las mujeres, aseguró Oxfam México.

Las diferencias de ingresos no son privativas del país. En Tiempo para el cuidado, el organismo destaca: La desigualdad económica está fuera de control. El año pasado, 2 mil 153 millonarios en el mundo poseían más riqueza que 4 mil 600 millones de personas.

Pese a la dimensión de las cifras, la brecha de la desigualdad en México –la relación entre multimillonarios y personas en pobreza– es 38 veces más alta que la del promedio para el mundo.

El reporte de Oxfam cita a los seis mayores multimillonarios mexicanos, según el listado de Forbes. No los menciona por su nombre, pero en la clasificación de 2019 esos lugares fueron ocupados, en orden decreciente, por Carlos Slim Helú (América Móvil), Germán Larrea (Grupo México), Ricardo Salinas (Tv Azteca), Alberto Bailleres (Grupo Bal), Eva Gonda (Femsa) y Marisun Arumburuzabala (Tresalia Capital). En conjunto, reúnen una fortuna de 108 mil 100 millones de dólares.

Oxfam evidenció que mientras más de la mitad de la población vive con menos de 5.50 dólares al día –102.67 pesos–, los 22 hombres más ricos del mundo poseen mayor riqueza que todas las mujeres de África. Estas cifras se enfrentan con el estimado de que sólo 4 por ciento de la recaudación fiscal procede de los impuestos a la riqueza y los grandes capitales evaden hasta 30 por ciento de sus obligaciones.

Al destacar que prácticamente una tercera parte de la riqueza de los multimillonarios proviene de herencias, lo cual ha dado lugar a una nueva aristocracia que debilita la democracia, el organismo compara: entre 2011 y 2017 los salarios promedio en los países del Grupo de los Siete –los más poderosos económicamente– crecieron 3 por ciento, mientras los dividendos de los accionistas ricos lo hicieron en 31 por ciento.

Las cuotas actuales de riqueza extrema se asientan también sobre el sexismo. Nuestro sistema económico está construido por hombres ricos y poderosos, denunció la asociación, en el contexto del Foro Económico Mundial de Davos.

Y es que la mayor parte del trabajo gratuito, como el cuidado de niños, adultos mayores y personas enfermas o con alguna discapacidad, se deja a las mujeres. En todo el mundo, 42 por ciento de éstas se encuentran fuera del mercado laboral por dedicarse a tareas sin paga, proporción que llega a 6 por ciento en el caso de los hombres.

En México, el trabajo no remunerado –del que las mujeres realizan cuatro horas más que los hombres– equivale a 1.7 billones de pesos, casi dos veces la producción minera anual, mientras en los demás países asciende a 10.8 millones anuales, cifra que triplica el tamaño de la industria de la tecnología.

Estamos ahorrando al Estado millones de pesos que tendría que destinar a gasto social para crear mejores sistemas de seguridad, manifestó Rocío Stevens, directora de campañas y comunicación de Oxfam México. En ese sentido, las políticas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador no resuelven los problemas, de acuerdo con investigadores.

Por ejemplo, eliminar guarderías, duplicar las transferencias a personas con discapacidad o promover un sistema universal de salud con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) no ven el problema central: ingreso y gasto del gobierno insuficiente, apuntó en conferencia Diego Vázquez, gerente de investigación.

México aporta 7.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) a gasto social. Es el promedio más bajo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, pero ni invirtiendo todos los impuestos que recauda el Estado mexicano podríamos llegar a un nivel satisfactorio (de gasto social), porque el país recauda alrededor del 16 por ciento del PIB, agregó.

Por ello la necesidad de una reforma fiscal que podría empezar a gravar con 0.5 por ciento los bienes de uno por ciento de la población con más ingresos. Con la medida se recaudarían 92 mil millones, con lo que se duplicarían los recursos presupuestarios que tendrá el Insabi este 2020, explicó Milena Dovalí, coordinadora de investigación.

Con esos impuestos progresivos a la riqueza, Oxfam propone crear un sistema nacional de cuidados para frenar el trabajo que se recarga en las mujeres. Stevens añadió que un rediseño para ampliar la política social no se trata sólo de quitar programas por presunta corrupción. Las mujeres que están en los ingresos más bajos son más altamente dependientes de los servicios del Estado. Las que están en el 10 por ciento más alto no son las que se vieron afectadas por el cierre de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social, subrayó.

                                                         
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