La CFE subsidia a las eólicas y solares con 160 mil mdp al año: Dolores Padierna

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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las empresas privadas que generan energía eólica y solar reciben del gobierno federal, vía subsidios, alrededor de 160 mil millones de pesos anuales, informó la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna.

Entrevistada por Proceso, la diputada federal explica porqué considera que se ha generado el diferendo con las productoras de las llamadas energías limpias que operan “bajo contratos sucios y que tampoco son tan baratas como se presume”.

Dice Padierna: “al pararse la actividad económica se detuvo también la demanda de electricidad y no se puede generar más electricidad de la que cabe en la red porque revienta, pero tampoco se puede producir menos porque si baja el voltaje hay que parar centrales eléctricas.

“Entonces, la baja en el consumo de energía obliga a la CFE a que sus plantas sean las primeras que paran, porque sin fundamento legal ni constitucional, los gobiernos anteriores, en particular el de Enrique Peña Nieto creo vía oficio el programa de Despacho por Orden de Mérito que significa que quien entra primero a la red de transmisión y distribución de energía son los productores privados. Qué significa eso: que quienes no dejan de ganar son las empresas privadas y quien pierde es la CFE”.

Ventajas, para los privados

La vicepresidenta en San Lázaro se explaya en lo que considera son las ventajas con que operan las empresas generadoras de energía eólica y fotovoltaica (solar), en detrimento del erario.

Hay un subsidio por lo que se llama Respaldo, que es una energía eléctrica que pone la CFE para respaldar la intermitencia en la producción de las centrales eólicas y solares. Como éstas funcionan sólo con viento y sol, cuando no hay estas condiciones o requieren mantenimiento, se detienen y entonces para que no baje el voltaje, lo cual dañaría al sistema eléctrico nacional, se genera ese respaldo que pone la CFE para que puedan seguir operando y cuyo costo no pagan las privadas”.

Otro apoyo a las privadas son las identificadas como regulación primaria y secundaria, detalla Padierna.

“La primaria consiste en la operación de equipos técnicos que regulan la electricidad cuando paran las eólicas y solares. Y ¿quién paga esos equipos? Pues la CFE.

“La regulación secundaria consiste en montar una central eléctrica a un lado de la eólica o solar porque por cada megavatio que produzcan estas privadas se tiene que poner uno, es decir, por cada megavatio intermitente se necesita uno firme y esto ¿a quién le cuesta? A la CFE. Las privadas no lo pagan”.

Pero hay otro costo que beneficia a las privadas, dice Padierna, el del llamado Porteo que consiste en que si una central está en Monterrey pero tiene su cliente en Cancún, el costo de portar la luz de un lugar a otro lo absorbe la CFE y no los particulares.

En resumen, “el subsidio de la CFE a empresas privadas por el respaldo, las regulaciones primaria y secundaria, por interconexión y porteo ascienden a alrededor de 160 mil millones de pesos anuales”, asegura.

Ni tan limpias

Y cita otro caso de probable corrupción. “Está en la ley que las empresas privadas deben generar energía para su autoconsumo pero resulta que se exceden en la producción y en lugar de dársela a la CFE la venden a ‘otras privadas’ que disfrazan de socias. Es decir, disfrazan o simulan autoconsumo que convierten en venta privada”.

Por eso, subraya la legisladora, las generadoras de energías limpias “no son tan baratas y operan bajo contratos sucios”.

-Pero si esos apoyos están contemplados en los contratos firmados está complicado revertirlos. Habría que cumplirlos- se le comenta a la legisladora.

“No están en la ley ni en la Constitución. En los hechos éstas condiciones son las que pacta la Comisión Reguladora de Energía (CRE) con las privadas. La ley dice que se deben incluir, entre otros, los costos de operación y mantenimiento y que se debe fijar una rentabilidad razonable, sin embargo la CFE paga, por ejemplo, el porteo al 100% en el caso de las eólicas y solares”.

Y advierte Padierna “si los casos se van a litigio, no creo que salga bien la CRE porque tendría que justificar por qué no les cobra. Los jueces serán los únicos que conocerán a detalle los contratos y ahí podrán ver que rayan en el abuso, tanto de los que eran funcionarios como de los privados”.

La diputada aclara: “con ello no se trata de dar reversa a la privatización ni hacer otra reforma energética, pero si parar la privatización. Para las empresas el 46% y para la CFE el 54% restante”.

Hay que fortalecer a la CFE

Por ello, añade, se requiere fortalecer a la CFE porque es la responsable de atender la demanda en todo México, “porque las privadas sólo atienden a sus clientes”.

En resumen, para Padierna el enojo de la iniciativa privada ante las decisiones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es porque “no quieren que se fortalezca la CFE. En sus planes, respaldados por Peña Nieto, estaba achicar a la CFE y dejar en 25% su tope de generación eléctrica y el restante 75% en manos privadas.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las empresas privadas que generan energía eólica y solar reciben del gobierno federal, vía subsidios, alrededor de 160 mil millones de pesos anuales, informó la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna.

De acuerdo con la legisladora morenista, no sólo con dinero público se favorece a las privadas: “la energía que producen tiene prioridad en su distribución y venta sobre la que genera la gubernamental”.

Entrevistada por Proceso, la diputada federal explica porqué considera que se ha generado el diferendo con las productoras de las llamadas energías limpias que operan “bajo contratos sucios y que tampoco son tan baratas como se presume”.

Dice Padierna: “al pararse la actividad económica se detuvo también la demanda de electricidad y no se puede generar más electricidad de la que cabe en la red porque revienta, pero tampoco se puede producir menos porque si baja el voltaje hay que parar centrales eléctricas.

“Entonces, la baja en el consumo de energía obliga a la CFE a que sus plantas sean las primeras que paran, porque sin fundamento legal ni constitucional, los gobiernos anteriores, en particular el de Enrique Peña Nieto creo vía oficio el programa de Despacho por Orden de Mérito que significa que quien entra primero a la red de transmisión y distribución de energía son los productores privados. Qué significa eso: que quienes no dejan de ganar son las empresas privadas y quien pierde es la CFE”.

Ventajas, para los privados

La vicepresidenta en San Lázaro se explaya en lo que considera son las ventajas con que operan las empresas generadoras de energía eólica y fotovoltaica (solar), en detrimento del erario.

“Hay un subsidio por lo que se llama Respaldo, que es una energía eléctrica que pone la CFE para respaldar la intermitencia en la producción de las centrales eólicas y solares. Como éstas funcionan sólo con viento y sol, cuando no hay estas condiciones o requieren mantenimiento, se detienen y entonces para que no baje el voltaje, lo cual dañaría al sistema eléctrico nacional, se genera ese respaldo que pone la CFE para que puedan seguir operando y cuyo costo no pagan las privadas”.

Otro apoyo a las privadas son las identificadas como regulación primaria y secundaria, detalla Padierna.

“La primaria consiste en la operación de equipos técnicos que regulan la electricidad cuando paran las eólicas y solares. Y ¿quién paga esos equipos? Pues la CFE.

“La regulación secundaria consiste en montar una central eléctrica a un lado de la eólica o solar porque por cada megavatio que produzcan estas privadas se tiene que poner uno, es decir, por cada megavatio intermitente se necesita uno firme y esto ¿a quién le cuesta? A la CFE. Las privadas no lo pagan”.

Pero hay otro costo que beneficia a las privadas, dice Padierna, el del llamado Porteo que consiste en que si una central está en Monterrey pero tiene su cliente en Cancún, el costo de portar la luz de un lugar a otro lo absorbe la CFE y no los particulares.

En resumen, “el subsidio de la CFE a empresas privadas por el respaldo, las regulaciones primaria y secundaria, por interconexión y porteo ascienden a alrededor de 160 mil millones de pesos anuales”, asegura.

Ni tan limpias

Y cita otro caso de probable corrupción. “Está en la ley que las empresas privadas deben generar energía para su autoconsumo pero resulta que se exceden en la producción y en lugar de dársela a la CFE la venden a ‘otras privadas’ que disfrazan de socias. Es decir, disfrazan o simulan autoconsumo que convierten en venta privada”.

Por eso, subraya la legisladora, las generadoras de energías limpias “no son tan baratas y operan bajo contratos sucios”.

-Pero si esos apoyos están contemplados en los contratos firmados está complicado revertirlos. Habría que cumplirlos- se le comenta a la legisladora.

“No están en la ley ni en la Constitución. En los hechos éstas condiciones son las que pacta la Comisión Reguladora de Energía (CRE) con las privadas. La ley dice que se deben incluir, entre otros, los costos de operación y mantenimiento y que se debe fijar una rentabilidad razonable, sin embargo la CFE paga, por ejemplo, el porteo al 100% en el caso de las eólicas y solares”.

Y advierte Padierna “si los casos se van a litigio, no creo que salga bien la CRE porque tendría que justificar por qué no les cobra. Los jueces serán los únicos que conocerán a detalle los contratos y ahí podrán ver que rayan en el abuso, tanto de los que eran funcionarios como de los privados”.

La diputada aclara: “con ello no se trata de dar reversa a la privatización ni hacer otra reforma energética, pero si parar la privatización. Para las empresas el 46% y para la CFE el 54% restante”.

Hay que fortalecer a la CFE

Por ello, añade, se requiere fortalecer a la CFE porque es la responsable de atender la demanda en todo México, “porque las privadas sólo atienden a sus clientes”.

En resumen, para Padierna el enojo de la iniciativa privada ante las decisiones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es porque “no quieren que se fortalezca la CFE. En sus planes, respaldados por Peña Nieto, estaba achicar a la CFE y dejar en 25% su tope de generación eléctrica y el restante 75% en manos privadas.

Sigue la diputada: “esto les ha calado mucho. Esperaban que las centrales de la CFE se volvieran chatarra y se las vendieran como fierro viejo. Y ya había fila para comprarlas. Entonces, como el gobierno federal anuncia que se van a usar todas las centrales que estén en buen estado y a rehabilitar las que se puedan, pues se enojaron”.

Dice Padierna que también es una mentira que el gobierno de López Obrador no apueste por las energías limpias. Para ello, dice, tiene programado impulsar las centrales hidroeléctricas y apoyar a las eólicas y solares privadas, pero con reglas claras, transparentes y equitativas.

Y aclara: “las subastas existentes se van a respetar. Son 21 y no se suspenden, pero no habrá más. Lo que si podrán hacer las privadas es participar en licitaciones para construir nuevas centrales eléctricas y ahí puede ganar la CFE o ellas, eso es libre mercado. Lo que ocurría en este sector desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y se mantuvo en los anteriores gobiernos no era el libre mercado sino el proteccionismo público a favor de los privados”.

 

 

                                                         
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