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Con el arranque de las campañas, los partidos políticos comenzarán la etapa más intensiva del derroche de recursos públicos que les corresponden por ley: 3 mil 617 millones de pesos que les han sido asignados como financiamiento para la obtención del voto en las elecciones federales y los que reciben para los 30 comicios locales que se realizarán durante 2018. Los partidos ejercerán mil 205 millones de pesos mensuales para convencer a los ciudadanos de que son la mejor opción.
Si a escala federal los partidos recibirán 2 mil 48 millones de pesos para las campañas federales a la Presidencia de la República, el Senado y la Cámara de Diputados, el financiamiento para las contiendas en las 30 entidades sumará adicionalmente mil 469 millones de pesos. Las diferencias de recursos entre partidos es muy marcada: si el Partido Revolucionario Institucional obtendrá en total 904.6 millones de pesos, Morena tendrá un financiamiento de 372.3 millones, sumando los recursos federales y locales en ambos casos.
A pesar de que las pasadas dos reformas electorales se habían propuesto como objetivo la reducción del costo de los comicios, los partidos políticos probaron las modificaciones constitucionales y legales heredando un híbrido entre la conformación del Instituto Nacional Electoral y la preservación de los 32 organismos públicos locales. Entre una de las razones fundamentales de este modelo: mantener el doble financiamiento público a los partidos, a escala federal y estatal.
De acuerdo con el estudio La evaluación de las nuevas reglas de financiamiento electoral a la luz de la experiencia del proceso electoral 2015, del investigador Oswaldo Chacón, de las modificaciones de 2014 incorporaron nuevas fórmulas de cálculo del financiamiento en los estados: “en la mayoría de las entidades, el factor que se usaba para determinar la bolsa de los partidos era menor a 65 por ciento del salario mínimo –en muchas era de 20 por ciento–, por lo que el resultado (de la reforma) fue un incremento del 52 por ciento en el financiamiento a los partidos en el ámbito estatal”.
Con la concentración de calendarios electorales derivados de la misma reforma, el clímax de la repercusión de esos cambios en materia de financiamiento se dará en 2018 con la concurrencia de 30 elecciones locales con los comicios federales. Particularmente, la disputa de nueve gubernaturas dispara el financiamiento en esas entidades, pues casi en todas las entidades la fórmula indica que cuando haya elecciones de gobernador el financiamiento de campaña será de 50 por ciento de su gasto ordinario y de 30 por ciento cuando sólo se renueve el congreso y las presidencias municipales.
Aun cuando apenas hace seis meses el Partido Revolucionario Institucional pugnaba por cancelar todas las prerrogativas que recibían los partidos y su dirigente, Enrique Ochoa, promovió una iniciativa para modificar la ley, el tricolor será el partido con mayor financiamiento público: 904.6 millones de pesos, de los cuales 547 millones de pesos son prerrogativas federales y 357.6 millones de asignaciones en las 30 entidades.
Su financiamiento será casi 4.5 veces lo que recibirá Encuentro Social que recibirá 187 millones de pesos en total, 125 de los cuales son de prerrogativas federales. Es un partido cuya irregular presencia regional deriva en que su financiamiento sólo será en 21 entidades, pues en nueve no tiene derecho a recursos.
Acción Nacional recibirá 728.6 millones de pesos: 413 millones de pesos de prerrogativas federales y 315.6 estatales, entre las que destacan los 32 millones que recibirán en el estado de México, una entidad donde el gasto de campaña es millonario –197 millones de pesos–, sólo por debajo de los 200 millones que se destinarán en Ciudad de México. Esto a pesar de que en la capital se elige jefe de Gobierno y en el estado de México, sólo alcaldes y congreso local.
En el caso del sol azteca, el total del financiamiento de su campañas ascenderá a 435.2 millones de pesos, de los cuales 248 millones son recursos para la campaña federal.