Por Mauricio Lira Camacho
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Respete cochera y respeto su carro.
Vecina se siente dueña de calle. Es el mensaje que deja una señora en un papelito colocado en parabrisas de aquellos automovilistas, que estacionan su unidad frente a su casa en la colonia Versalles.
Varios son los colonos quienes critican la actitud en extremo de una señora que no permite por ningún motivo que nadie se estacione afuera de su domicilio, pone cubetas o sale a correrlos, mientras deja recaditos en los parabrisas «Respete cochera y respeto su carro».
Es la queja de una ciudadana automovilista quien envió a este medio de comunicación, un escrito en el que explica toda la problemática que existe en esta vialidad, al tiempo que adjuntó algunas fotografías.
«Necesito que me ayuden, no es posible que las personas en determinadas calles se sientan dueñas, sean groseras y prepotentes con los espacios públicos».
«Me molestan este tipo de actuaciones, por lo que es importante tengamos un grado de concientización respecto a los cajones de estacionamiento».
«Disculpen me gustaría que me ayudaran en la colonia Versalles, debido a que hay una señora que saca cubetas para que no se estacionen afuera de su casa».
«Esta señora tiene su propia cochera, la respetamos pero no quiere que nadie se estacione afuera de su casa, eso ya es una acción extrema, lo peor es que si alguien se va a estacionar sale y los corre de manera soberbia y prepotente».
Esta persona quien denuncia, asegura que solamente en casos especiales cajones de estacionamiento pertenecientes al acceso de una casa habitación, pueden ser sujetos de que lo que les corresponde se les pinte de color en amarillo y exista apoyo de colocar señal de que es para personas de la tercera edad o discapacitados.
«Ahí todos entendemos y lo haríamos, si esta señora compra parte de la banqueta que está frente a su domicilio, si ella hace esa aportación y le pintan lo que corresponde entendemos, pero la banqueta es pública y no es válido colocar cubetas, eso no indica nada, mucho menos que salga a correr a todos y deje un papel amenazador en las ventanillas de los autos».
Esta penosa situación, dijo, ocurre en la calle Francia entre Viena y Yugoslavia, concluye.
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