De acuerdo al informe de México a la UNODC para el Informe Mundial Sobre Drogas, en 2021 se identificó las metanfetaminas como la sustancia que usualmente tiene el mayor grado de pureza, con un 89.42%, seguidas de la heroína, con 48.89%; la cocaína, con 48.64% y el Fentanilo, con 19.44%.
proceso.com.mx
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En 2023, casi 18 mil personas solicitaron tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas, de esos casos, el 49.1% se debió al consumo de estimulantes de tipo anfetamínico (ETA), como: anfetamina, metanfetamina, éxtasis o estimulantes de uso médico.
El Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México del Observatorio Mexicano de Salud mental y Adicciones presentó un panorama general de diversas condiciones de salud mental y del uso de sustancias.
Según los datos, la principal sustancia de consumo por género fueron los ETA. El 51% de los hombres solicitaron ayuda por esta droga, mientras que en las mujeres fue el 38.5%.
Juan Manuel Quijada Gaytán, comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), dijo a Uno TV: “En estos últimos años ha aumentado entre 10, 13% las peticiones de consultas para tratar consumos, abusos o dependencias a metanfetaminas, y el grupo de personas que más pide ayuda para este problema en específico está entre los 20 y 35 años”.
En las solicitudes de tratamiento por consumo, a los ETA le siguen el alcohol con el 21.8% y el cannabis con el 13.3%.
De acuerdo al informe de México a la UNODC para el Informe Mundial Sobre Drogas, en 2021 se identificó las metanfetaminas como la sustancia que usualmente tiene el mayor grado de pureza, con un 89.42%, seguidas de la heroína, con 48.89%; la cocaína, con 48.64% y el Fentanilo, con 19.44%.
El informe del observatorio también señaló que, en el contexto del tratamiento, desde 2018, se ha constatado el crecimiento de la demanda de atención por el consumo de fentanilo. En 2018 se reportaron 10 casos; 25 en 2019; 72 en 2020; 184 en 2021; 333 en 2022 y 518 en 2023. La mayor parte de los casos de consumo del año pasado se reportaron los estados fronterizos de Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua.