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CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Familiares y amigos de Edwin Geovany Guzmán Martínez, el adolescente de 17 años que fue privado de su libertad por un grupo armado junto con ocho trabajadores de una agencia subcontratada por la empresa Coca Cola para vender sus productos en Tixtla y posteriormente encontrados asesinados, condenaron el hecho de que el gobierno de Héctor Astudillo Flores criminalice a las víctimas, sin presentar más pruebas que su dicho.
En respuesta, el mandatario reiteró que los nueve hombres ejecutados este sábado 5, se dedicaban a “vender productos de consumo básico de procedencia ilícita”.
“Son líneas de investigación que en ocasiones se dan y yo lamento mucho que generen incomodidad (a las familias de las víctimas)”, expresó Astudillo esta mañana durante un acto público realizado en la sede del Ejecutivo al sur de esta capital.
También, Astudillo dijo que tienen identificado al grupo criminal que realizó este crimen, sin señalarlo específicamente y solo se limitó a decir que se encuentran ubicados “cerca de Tixtla”.
Esta franja de la entidad es disputada por el grupo de Los Ardillos, que dirigen los hermanos del candidato a diputado local de la coalición PRD, MC y Acción Nacional, Bernardo Ortega Jiménez, y la banda de Los Jefes, que lidera Zenén El Chaparro Nava Sánchez, indican reportes oficiales.
Familiares exigen respeto y justicia
El funeral del joven originario de esta capital, se realizó ayer en medio de la indignación que recorrió las principales calles de Chilpancingo donde decenas de hombres cargaron el féretro blanco desde el populoso barrio de San Mateo hasta el panteón central donde Guzmán Martínez fue sepultado al sonido del flautín y el tambor, así como el golpe seco del chirrión de Los Tlacololeros, danza representativa del ciclo agrícola en la región Centro de la entidad.