Por Mauricio Lira Camacho
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Por unos pagan todos.
Reza refrán mexicano. Ad Hoc para algunos camioneros que son cafres a la hora de manejar y otros que lo hacen en sus unidades carentes de luces.
En ambos casos, representan una seria amenaza para los automovilistas y peatones.
En el primero de los casos la semana pasada la unidad U 27 de los azules en la avenida Prisciliano Sánchez, el chofer iba jugando carreritas contra otras dos unidades, la hora 6 de la mañana. Sin importar que a bordo llevaba pasajeros y que a los usuarios en las paradas no les hiciera caso, así se siguió hasta la avenida de ingreso, Francisco Medina.
A ciertas horas de la mañana entre las 6 y las 7, cercano el momento de transportar a los pasajeros a sus centros de trabajo y a las escuelas, las carreritas se hace más recurrentes, por lo que el riesgo es mayor.
el chofer de esta unidad en mención, no hacía caso de los señalamientos viales ni lo que ordena el reglamento municipal de tránsito.
Otra unidad, sobre la misma avenida de ingreso, Francisco Medina, circulaba sin luces ni en la parte delantera y trasera. Un verdadero peligro, para él, sus pasajeros y los automovilistas.
Varios automovilistas tuvieron que esquivar el paso del camión, luego de observar que no traía luces algunas.
En la oscuridad de la noche, los automovilistas veían una estructura solamente sin ningún tipo de iluminación, lo que aumentaba el riesgo de algún posible accidente con fatales consecuencias.
Lo increíble es que ningún tránsito dio cuenta de este lamentable hecho, el transitar un camión sin luces de madrugada.