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Con cinco días por delante en su administración, Enrique Peña Nieto obtiene un nivel de aprobación ciudadana de sólo 26 por ciento y una desaprobación de 70 por ciento. En contraste, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, llega a su toma de protesta con un 66 por ciento de aceptación ciudadana, 18 por ciento de rechazo y 16 por ciento que aún no tiene elementos para evaluarlo.
Así lo revela una encuesta nacional en vivienda de El Financiero, realizada del 8 al 14 de noviembre a mil 200 adultos en las 32 entidades del país para conocer el nivel de popularidad de los presidentes saliente y entrante.
De acuerdo con la encuesta, el presidente Enrique Peña Nieto obtiene calificaciones reprobatorias en distintos rubros que son de amplio interés para los mexicanos: en el manejo de la economía obtiene una calificación de 4 en escala de 0 a 10, donde 10 es la más alta. En combate a la pobreza obtiene 3.4, y en la lucha contra el crimen y la inseguridad, 2.7. Lo peor evaluado es el rubro de combate a la corrupción, en el cual obtiene una nota de 2.6. El mandatario termina su gestión este 30 de noviembre con notas reprobatorias de parte de la ciudadanía.
En tanto, López Obrador iniciará su gestión este 1 de diciembre con altas expectativas de cambio: el 70 por ciento cree que durante su administración va a mejorar la economía, y el mismo porcentaje espera mejoras en el rubro de combate a la pobreza.
Por su parte, el 67 por ciento espera mejoras en el tema de la inseguridad y 63 por ciento cree que mejorará el combate a la corrupción.
No obstante que predomina el optimismo respecto al cambio esperado con la nueva administración, el 40 por ciento cree que López Obrador será capaz de cumplir todas o la mayoría de sus promesas de campaña, mientras que 57 por ciento espera que se cumplan solamente algunas o incluso ninguna de las promesas que ha hecho el Presidente electo.
Entre las promesas que más recuerdan los entrevistados están los apoyos a las personas de la tercera edad, bajar el precio de las gasolinas, acabar con la corrupción, quitar la pensión a los expresidentes, crear más empleos, ayudar a los jóvenes y combatir la delincuencia. Aunque con pocas menciones, también se señalan la cancelación del aeropuerto, la venta del avión presidencial, echar atrás la reforma educativa y bajar los sueldos de los funcionarios.
La encuesta revela que algunas medidas como quitar la pensión a los expresidentes cuentan con un alto apoyo popular, de 88 por ciento de aceptación. Revertir las reformas energética y educativa divide opiniones, y quitar a los inspectores del SAT, Salud y Profeco, así como quitar la evaluación a los maestros, se encuentran con un rechazo mayoritario, de 53 y 71 por ciento, respectivamente.