AMLO niega existencia de cuerpo especial de la Policía Militar encargado de su seguridad y la de su familia

En su edición de julio, en circulación, la revista Proceso publicó que tras la desaparición del EMP el presidente mantuvo privilegios de cuidado para él y su familia por parte del Ejército. Así lo indican documentos de la Sedena.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su gobierno no hubo privilegio alguno y negó la existencia del Cuerpo de Servicios Especiales de la Policía Militar, pese a que en los propios registros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportan que las actividades y protección al jefe del Ejecutivo Federal están a cargo de esa agrupación militar.

-¿En su gobierno considera que hubo o no privilegios en torno al cuidado a la figura que usted representa?, se le preguntó.

-Ninguno

-O hubo, pero poco

-No, eso lo dices tú y es parte de lo que deben ustedes en Proceso ir cambiando. Aquí ustedes, por ejemplo, no tomaron en cuenta –porque se derechizó mucho Proceso— me da hasta pena por don Julio, pero ustedes no registraron periodísticamente que desapareció el Estado Mayor Presidencial y don Julio Scherer con Carlos Monsiváis hicieron un ensayo a partir de unas declaraciones de Marcelino García Barragán, que era secretario de la Defensa con Diaz Ordaz cuando la represión en Tlatelolco, hablando Marcelino de que la responsabilidad en Tlatelolco había recaído, o los responsables habían sido miembros del Estado Mayor Presidencial.

El jefe del Ejecutivo Federal insistió:

“Ustedes ni siquiera registraron que, en este gobierno, por eso y por otras cosas, por el asesinato de Carlos Madrazo que también García Barragán lo atribuye al Estado Mayor Presidencial, y agréguenle que había ocho mil elementos cuidando al presidente, por todo eso desde que llegué se canceló el Estado Mayor Presidencial y ustedes no vieron nada de eso”.

El reportaje principal de la edición de julio de Proceso inicia con la siguiente afirmación:

“El presidente Andrés Manuel López Obrador desmantelo el Estado Mayor Presidencial (EMP), pero mantuvo privilegios de cuidado para él y su familia por parte del Ejército. Aviones, embarcaciones, instalaciones militares y personal armado siguieron a disposición de la familia presidencial, aunque en menor proporción que los gobiernos anteriores”.

Esto le fue aclarado al mandatario federal durante la conferencia en Palacio Nacional:

-Se menciona que sí, en efecto desaparece el Estado Mayor Presidencial en este gobierno, pero también hay un Cuerpo de Servicios Especiales de la Policía Militar que se encarga del cuidado.

– No existe

– ¿No hay avanzadas en las giras, no hay elementos militares?

-No, claro que sí; va el presidente a un estado pues los comandantes de región y los comandantes de zona están pendientes y la Guardia Nacional, pero la ayudantía que se creó son 15.

-Pero también elementos militares vestidos de civil, jóvenes por lo general, hombres y mujeres

-No.

– ¿No hay?

-No, son 15, 20 jóvenes que son economistas, politólogos, arquitectos, ingenieros, que los vamos formando y ya cuando están o estuvieron un año o dos años recorriendo el país y ya aprendieron, muchas veces lo que les faltaba de conocer, que no habían recibido en la escuela, en la universidad, esos cuadros jóvenes los recomendamos para que se vaya llevando a cabo el relevo generacional. Antes en México había esa muy buena tradición de que se mandaba becados a estudiar a los jóvenes para formarlos.

Durante las giras del presidente siempre hay decenas de jóvenes que lo cuidan, más allá del pueblo, como desde el inicio de su gobierno aseguró que sucedía, y este miércoles solo lo aceptó cuando fue consultado sobre quiénes son los jóvenes a quienes siempre se les ve en sus recorridos.

“Son seguramente de las zonas de las regiones militares, pero no existe Estado Mayor Presidencial, es más aquí cuándo se había visto que un presidente estuviese así con ustedes ¿Cuándo? ¿No puedes venir tú acá y saludarme y yo ir a saludarte? Y lo hago con toda la gente donde quiera que voy. Ni siquiera se respeta ese protocolo porque tiene mucho que ver con la fantochería que existía, no era la seguridad”.

Esa actitud, dijo, era para sentirse importantes y para que la gente no pudiera acercarse, lo cual, afirmó, ya no sucede.

El presidente consideró hablar de lo que tiene que hacer un medio de comunicación y ante los cuestionamientos buscó exhibir la labor de una periodista.

“Son cambios como los que tiene que haber en Proceso. Pon la lista (pidió a su vocero Jesus Ramírez), fíjate lo que provocas, yo no quería hablar de eso, pero pon la lista de los que le paga Latinus. Ese es el problema que tienen, imagínate para don Julio, con todo respeto, el que su hija María, que además es muy buena como periodista termine de comentarista de Loret de Mola.

En torno a si los periodistas no tienen derecho a decidir dónde publicar, el presidente reculó:

-No, no, no, es que cómo, es como si Jesús, mi hijo, pasa el tiempo y se va a militar al bloque conservador. Claro que tiene derecho, nada más que ya está en otro plan, ya tomó otro camino…

Después del señalamiento siguió con la lista. “Ni siquiera es lo que ganan; es un asunto de ética, de moral”.

Desde el inicio de los cuestionamientos el presidente tomó la iniciativa de señalar a la revista Proceso.

“Ayer hablaba yo de la prensa y ojalá los del Proceso –es de sabios cambiar de opinión– logren recuperar lo que fue esa revista en su momento”, dijo.

En el reportaje de Proceso se informa que “de acuerdo con los reportes de Guacamaya Leaks, en cada traslado que hace López Obrador por el país su seguridad está completamente en manos del Ejército. Todos sus movimientos, los de su esposa y sus hijos son reportados directamente al titular de la Sedena, el general Luis Cresencio Sandoval”.

Además de que “en cada salida del presidente, el Grupo de Servicios Especiales mantiene comunicación con los mandos territoriales y la Jefatura y las Subjefaturas del Estado Mayor de la Sedena, además de la oficina de Ayudantía del presidente, con la que está en coordinación permanente.

“Las instrucciones operativas del Grupo de Servicios Especiales dieron cuenta desde el primer año del gobierno de López Obrador de la participación de escoltas militares, comandantes y un grupo de comando en el cuidado del mandatario”.

Es decir, en todo el sexenio, al presidente -aún con la frase de que a él lo cuida el pueblo-, en realidad lo hizo el Ejército.

                                                         
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