AMLO ofrece gobernar sin venganzas, odios o rencores… pero acabará con la corrupción

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a terminar con la corrupción y la impunidad. Esa, dijo, será la línea de su mandato para los próximos seis años, y ofreció gobernar sin venganzas, odios o rencores.

Desde la tribuna legislativa propuso al pueblo poner “punto final” en el combate a la corrupción, y puntualizó que no encabezará un gobierno de persecución a los corruptos.

Entre gritos de “presidente, presidente”, López Obrador tomó protesta como presidente de la República, y su viejo compañero de lucha, Porfirio Muñoz Ledo, le entregó la banda tricolor –por la que peleó los últimos 18 años– y se la colocó en el pecho.

De inmediato, los gritos de “sí se pudo” retumbaron en el Palacio Legislativo, previo a que López Obrador iniciara su primer discurso como jefe del Ejecutivo, en el que se comprometió a someterse a la revocación del mandato en tres años.

Luego de saludar a Enrique Peña Nieto, quien en el presídium se mantuvo a un lado de Muñoz Ledo durante toda la ceremonia, el nuevo mandatario de México subrayó que hoy inicia un cambio de régimen político, una transformación pacífica, profunda y radical, porque acabará con la corrupción y la impunidad, que impiden el renacimiento de México.

Citó las tres grandes transformaciones del país: la Independencia, la Reforma y la Revolución, y la cuarta, manifestó, tiene que basarse en la honestidad.

López Obrador aseguró que la deshonestidad de los gobernantes es la que más ha dañado al país, es la causa de la desigualdad económica y social y de la violencia.

En su largo discurso, de una hora 22 minutos, dedicó una buena parte a criticar el modelo económico neoliberal implementado desde hace más de cuatro décadas.

El neoliberalismo, “una calamidad”

Aseguró que la ineficiencia del modelo neoliberal se constata en que no ha dado resultados, e hizo un repaso del crecimiento económico en el siglo pasado. También destacó que desde 1973 a la fecha, el crecimiento solo fue de 2%, pero se generó la concentración de la riqueza y la pobreza aumentó.

“Lo digo con realismo: la política neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública”, dijo, y como ejemplo citó la reforma energética que, puntualizó, no disminuyó los precios de los combustibles como se prometió.

Al seguir con el recuento de los fracasos del neoliberalismo, recordó que también se prometió gran inversión extranjera, pero sólo llegaron 760 millones de dólares, el 1.9% de la inversión pública de Pemex, y sólo se extrajo 1 millón de barriles de petróleo, pese a que México es el país petrolero que tiene el mayor nivel de importación en el mundo.

También mencionó el caso de la importación de maíz y el salario más bajo en el mundo, y lamentó que México sea el segundo país con mayor migración por cuestiones económicas, además de estar en los primeros lugares de violencia a nivel internacional. Puso énfasis en la corrupción, tanto en el sector público como privado, que calificó como el gran mal de México.

Refrenda perdón y no persecución a funcionarios

En una frase, mencionó que su plan de gobierno es acabar con la corrupción y la impunidad.

“No apostamos al circo ni a la simulación”, aclaró, al tocar el tema de la justicia y luego de insistir que no se perseguirá a nadie.

“Si abrimos expedientes, nos dedicaríamos a buscar chivos expiatorios, no habría juzgados y cárceles suficientes, meteríamos al país en una dinámica de factura, conflicto y enfrentamientos”, argumentó.

De igual manera, dijo que estamos ante un problema de Estado y que su postura y su fuerte no es la venganza. “Soy partidario del perdón y la indulgencia”, esgrimió.

Propuso al pueblo poner punto final a esta terrible historia y que no haya persecución a los funcionarios del pasado, aunque aclaró que las autoridades tienen absoluta libertad para actuar.

En ese momento se escucharon las voces de los legisladores, quienes del uno al 43 recordaron a los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y demandaron justicia.

“Que se castigue a los culpables”, pidió López Obrador, pero aclaró que la presidencia se mantendrá al margen. No obstante, expresó que la ciudadanía tendrá la última palabra porque será consultada.

López Obrador se comprometió a no robar ni hacer negocios, y aseguró que si su familia comete un delito serán juzgados como cualquier ciudadano.

“Vamos a combatir la corrupción de arriba para abajo, se va a separar el poder económico del político. El gobierno no será un comité al servicio de una minoría rapaz, representará a ricos y pobres, creyentes y libre pensadores”.

Mencionó que habrá un verdadero estado de derecho, que no se permitirá a nadie que actúe al margen de la ley. Y lanzó: “No habrá fraudes electorales, no se traficará con la pobreza, y quien lo haga irá a la cárcel sin fianza”.

En medio de aplausos de los suyos y de gritos en contra de los panistas, aseguró que combatiendo la corrupción y la austeridad no habrá más impuestos y no aumentarán los precios de la gasolina de los otros combustibles.

Compromisos

Advirtió que tampoco se va a endeudar al país, que ahora es de 10 billones de dólares, y sólo para pagar intereses una parte el año entrante, precisó, se tienen que destinar 800 millones de dólares del presupuesto.

Reiteró que se respetará la autonomía del Banco de México, se rescatará la Industria petrolera y eléctrica, y se invertirá en el campo para frenar migración.

Para ello, explicó, se construirá el tren maya, una refinería en Tabasco, la vía del tren en el Istmo de Tehuantepec, y en tres años empezará a funcionar el nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía y se creará la franja económica fronteriza con reducción del IVA y los precios de energéticos, además de que se duplicará el salario.

“¡Me canso!”, exclamó, asegurando que se podrá hacer todo eso en ese tiempo.

En materia social, el nuevo mandatario reiteró su frase de “Por el bien de todos, primero los pobres”, y dijo que esta consigna será la nueva línea de gobierno.

Reiteró que se creará el Instituto Nacional para la Atención de los Pueblos indígenas, habrá medicamentos gratis en las zonas pobres, 10 millones de becas a jóvenes, 100 hospitales, se duplicará el apoyo a los adultos mayores, jubilados y pensionados, y se darán créditos a productores agrícolas.

López Obrador también mencionó que la extracción minera y de petróleo no permitirán el método del fracking y tampoco el cultivo de los transgénicos.

Austeridad y seguridad con Guardia Nacional

Sobre la reducción de salarios, aseveró que no habrá privilegios de la alta burocracia, tampoco servicio médico privado, cajas de ahorro ni viajes en aviones privados.

Como presidente –soltó– ganará el 40% de lo que recibía el anterior, y reiteró que no vivirá en Los Pinos, que será abierto al público, y los jardines se integran al bosque de Chapultepec.

Al tocar el tema de la seguridad, reconoció que es indispensable que la Policía Federal, que cuenta con 20 mil efectivos, sea profesionaliza, y advirtió que los policías federales y municipales están inmiscuidos con el crimen.

Por eso pidió al Congreso Legislativo, con carácter de urgente, aprobar la iniciativa para crear la Guardia Nacional.

“Es un tema polémico, pero tengo la obligación de presentar mi punto de vista”, dijo al destacar que las fuerzas armadas están consideradas como las mejores, que nunca han dado un golpe de Estado y que su lealtad y falta de ambición para acceder al poder generan confianza.

Subrayó que las fuerzas armadas no se han corrompido ni forman parte de la oligarquía, sino que son una institución que ha mantenido su profesionalismo y su eficacia en casos de desastres naturales. “Han mantenido su convicción nacionalista”, reconoció.

Defendió el plan de paz y de justicia, y reafirmó su compromiso de que nunca dará órdenes para atacar al pueblo, y no será cómplice de violación a los derechos humanos.

Política exterior

En materia de política exterior se comprometió a mantener la política de respeto a la autodeterminación de los pueblos. Y agradeció el respeto del presidente Donald Trump y primer ministro Justin Trudeau para la firma del acuerdo de comercio.

Luego de saludar a los invitados, López Obrador hizo un homenaje a quienes han luchado por el cambio desde hace muchos años. Hablo de la riqueza natural de México, de un pueblo trabajador, de que el país será potencia y que demostrará que se puede acabar con la corrupción, lanzó.

Finalmente, insistió en que no actuará con rencores, odios y venganzas; rechazó que busque la reelección, anuncio que se someterá a la revocación del mandato y destacó que ha mantenido la honestidad. Al concluir su discurso soltó: “No les voy a fallar, no tengo el derecho a fallar. Soy optimista porque creo en el pueblo”.

                                                         
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