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El secretario general de Amnistía Internacional (AI), Kumi Naidoo, aseveró que el próximo titular del Ejecutivo federal mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tiene la oportunidad de cambiar la historia si decide emprender una estrategia de seguridad pública basada en una fuerza policial civil que respete los derechos humanos.
En un mensaje difundido ayer en las redes sociales del organismo civil internacional, Naidoo habló directamente al presidente electo, a quien le recordó que AI ha documentado en sus más de 50 años de presencia en el país abusos y graves violaciones a los derechos de la ciudadanía cometidos por miembros de las fuerzas armadas.
Desde los cruentos hechos contra el movimiento estudiantil en 1968 hasta la fecha, dijo, en la que se han documentado actos de tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
AI criticó el arranque en 2006 de la política lanzada por Felipe Calderón para combatir al crimen organizado, basada en sacar de los cuarteles a los militares para realizar labores de seguridad pública.
Esa estrategia resultó ineficaz para la defensa de la ciudadanía y no logró detener el aumento de los índices de homicidios y otros tipos de violencia. Hoy, señor presidente electo, usted está ante una encrucijada: puede tomar el mismo camino que sus predecesores y arriesgarse a cometer los mismos errores o puede adoptar una nueva estrategia y desarrollar otro tipo de enfoque, uno en el que las fuerzas armadas regresen lentamente a sus cuarteles y en el que se inviertan recursos en la creación de una fuerza policial que respete los derechos humanos y en la que puedan confiar los mexicanos.
Exhortó al próximo mandatario federal a hacer lo correcto y a adoptar esta segunda opción. Tiene la oportunidad de cambiar la historia, desde AI lo instamos a que lo haga, y le decimos que puede contar con nuestro apoyo si decide actuar de una manera que mejore la situación de seguridad en México y que proteja a toda la población mexicana.
En entrevista, Tania Reneaum, directora de AI México, manifestó su extrañeza por la propuesta lanzada la semana pasada por López Obrador y que ya se analiza en la Cámara de Diputados, debido a que no sólo en reiteradas ocasiones durante la campaña repitió su propuesta de retirar a las fuerzas armadas de las labores de seguridad, además de que ya como presidente electo escuchó y dialogó con las víctimas que ha dejado la estrategia actual de seguridad. Vuelve a tropezar (como sus predecesores) con la misma piedra, que es la piedra de una política fallida.
La activista aceptó que hay entidades federativas en las que hoy en día no se puede tener una desmilitarización inmediata, por el grado de violencia e inseguridad que enfrentan; sin embargo, acotó, en los pasados 12 años no se hizo nada por fortalecer a las policías civiles. Las nuevas opciones deben estar basadas en la investigación, en la evidencia empírica y en el diálogo serio con expertos.
