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Contratistas del gobierno de Texas avanzan en la ampliación del muro flotante sobre el río Bravo, en el tramo fronterizo entre Piedras Negras, Coahuila, y Eagle Pass, Texas, proyecto que añadirá 600 metros a la barrera de boyas de 1.5 metros de altura, sujetas al lecho del río con pilotes de una tonelada.
El tramo abarca desde la zona conocida como La Nogalera hasta Las Adjuntas, área utilizada, casi siempre, por traficantes para el cruce de migrantes hacia Texas. Pese a las boyas, autoridades reportaron el continuo tránsito de indocumentados, que llegan a superar los mil 500 por semana.
La expansión de la barrera coincide con la decisión del presidente Donald Trump de cancelar el programa CBP One y ordenar deportaciones masivas, lo que genera incertidumbre entre los migrantes. En Piedras Negras, cientos de personas permanecen en albergues, con citas judiciales en Estados Unidos suspendidas.
En tanto, la diócesis de este municipio y el Ejército de Salvación reportan 339 migrantes atendidos en los refugios habilitados, mientras las autoridades locales analizan el impacto de esas políticas en la frontera.
Ciudadanos extranjeros de diferentes naciones varados en Chiapas iniciaron el trámite de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) tras la cancelación de citas de CBP One.
Los originarios de Venezuela, Cuba, Honduras, Haití y otros, se concentraron en las oficinas provisionales de la Comar en Tapachula para iniciar el proceso, pues aseguran que no quieren regresar a sus países.
Nosotros queremos hacer el proceso para regularizarnos, el gobierno mexicano está dando las facilidades para que podamos establecernos acá y emprender un nuevo capítulo de nuestra vida, un nuevo comienzo
, expresó el cubano-venezolano Alian Enríquez.
El hombre de 54 años dijo que antes de las nuevas medidas restrictivas de Estados Unidos ya había considerado quedarse aquí, porque considera que hay posibilidades de tener una vida mejor y ademas admira la cultura mexicana.
“México es un país que da las oportunidades, se ve el progreso, a parte a nivel cultural llama mucho la atención… me gustan las tortas y mi agüita de jamaica, eso pa’qué más”, agregó.
El caribeño dijo que lleva en Tapachula dos meses y aunque ya había acudido a la Comar siempre había mucha gente y no había podido iniciar el trámite, pero con las nuevas circunstancias decidió no seguir postergando el proceso.
La venezolana Yuridia Rodríguez llevaba apenas una semana en México y desde que llegó ingresaba todos los días a la aplicación de CBP One pero no lo consiguió, hasta que fue suspendida por el nuevo Gobierno de Estados Unidos.
Nos la rechazaron, no abría la aplicación, la eliminaron de la plataforma, ahora tenemos que esperar, vamos a pedir asilo aquí en México
, comentó resignada.
En años recientes, después de la pandemia de covid-19, las peticiones de asilo en 2020 aumentaron sustancialmente, pues pasaron de 40 mil ese año, a 129 mil en 2021, y llegaron a su pico más alto en 2023, cuando rebasaron las 140 mil solicitudes. El año pasado volvieron a tener un descenso al cerrar con más de 78 mil trámites.