Actualidad.rt.com/ Uno de los pilotos personales del capo más buscado del planeta, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, narró a un periodista de ‘Univisión’ bajo condición de anonimato, cuáles fueron sus vivencias junto al narcotraficante mexicano, al que trasladó a lo largo y ancho del continente americano.
El protagonista de esta historia asegura que todo empezó en Miami (EE.UU.) donde fue reclutado por el propio ‘Chapo’ tras organizar una reunión clandestina, pues necesitaba un experimentado piloto de helicópteros para sus viajes personales. Desde ese momento, el piloto fue bautizado dentro de la organización del Cártel de Sinaloa como ‘Tinieblo’ por su propio líder, ya que, por seguridad, dentro de la estructura delictiva nadie debía conocer los nombres reales de nadie, salvo sus apodos.
Tras reunirse de nuevo con ‘El Chapo’ en Navolato, donde -afirma ‘Tinieblo’- regenta una gran finca llena de animales muy parecida a un zoológico, el piloto supo que estaría una larga temporada lejos de su familia en EE.UU. y que tendría que llevar a Joaquín Guzmán y a sus familiares allí donde se lo mandasen. «Quiero que sepas que vas a trabajar solamente para mí, para mis hijos, para mi esposa y para mi madrecita», asegura que le dijo el capo. Para ello le dio los mandos de un versátil Bell ‘Ranger’ 407, así como varias pistolas y fusiles AK-47 para que «se sienta seguro», además de una ‘generosa’ paga de 25.000 dólares mensuales.
Tinieblo’, que tenía una dilatada experiencia en grandes empresas de aviación, cuenta que durante la época que pasó al servicio del líder del Cártel de Sinaloa se sintió «secuestrado», a pesar de que el propio ‘Chapo’ le aseguró que aquello no era un secuestro. Según se desprende de su relato, durante su época junto a Guzmán, el piloto transportó en el Bell 407 dinero y armamento, pero nunca droga.
El piloto de ‘El Chapo’ aprendió las costumbres y normas dentro de la organización criminal, como la de aprenderse los códigos y nombres clave de ciertos lugares secretos, aunque nunca se le permitió involucrarse en operaciones militares y estratégicas de la banda.
‘Tinieblo’ explica en su relato cómo trasladó a ‘El Chapo’ a diferentes lugares del continente americano: a escondites, a reuniones con otros capos de la droga, a recoger a familiares o al encuentro de las mujeres del narcotraficante. Durante aquellos viajes, el narcotraficante, que siempre estaba rodeado de su guardia personal, revisaba recortes de periódico sobre sus persecuciones y fugas, o escuchaba los últimos corridos que se cantaban en su honor.
Asimismo, el piloto explica cómo Guzmán lo intentó convencer en reiteradas ocasiones para que usase el helicóptero para rescatar a su hermano ‘Arturito’ de la cárcel del Altiplano, hazaña por la que le ofreció todo tipo de armas lujosas, antiguas y hasta el propio helicóptero de regalo, asegura. «Si me sacas a ‘Arturito’ te regalo la máquina, ese mismo día es toda tuya y, además, te llevas un millón de ‘piel de sapo’ [dólares]. Piensa nomás en mi madrecita que sufre», recuerda ‘Tinieblo’ que le dijo ‘El Chapo’.