Según la DEA, el CJNG y el Cártel de Sinaloa son los principales responsables de la ola de drogas y opioides sintéticos que inundan las calles de Estados Unidos
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En las últimas semanas los gobiernos de Estados Unidos y México han mantenido una serie de diferencias sobre el tráfico de drogas y el combate al crimen organizado. El primero responsabiliza al segundo de las miles de muertes por sobredosis de fentanilo, y se las atribuye a los cárteles del narcotráfico, particularmente al de Sinaloa y al Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En 2021, más de 107 mil estadounidenses fallecieron a causa del consumo de sustancias ilícitas, de los cuales cerca de 70 mil 600 tuvieron que ver con opioides sintéticos, según cifras del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. Sin embargo, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha reconocido que del lado de México también hay víctimas mortales.
En su comparecencia en el Senado estadounidense el pasado 22 de marzo, Blinken estuvo de acuerdo con que el fentanilo procedente de México es la causa de muerte de miles de americanos. Pero precisó que en el país gobernado por el presidente Andrés Manuel López Obrador la inseguridad y la violencia (perpetradas por esos mismos grupos criminales) son las principales amenazas para la ciudadanía.
“Senador, primero que nada tiene usted toda la razón sobre la inseguridad en México. Como he dicho, los mexicanos son las víctimas número uno de ello”, comentó Blinken ante los cuestionamientos del republicano Lindsey Graham sobre el tráfico de fentanilo. De esa manera reconoció la cruenta guerra que mantienen las organizaciones delictivas, particularmente en la frontera norte.
Guerra de cárteles
El Cártel de Sinaloa y el CJNG han sido identificados como los principales responsables de la importación de fentanilo y metanfetamina en los Estados Unidos, según informes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Se tratan de dos organizaciones criminales transnacionales que tienen presencia en más de 40 países, por lo que también representan un inminente riesgo para la seguridad del país vecino.
Lo cierto es que la disputa entre estos dos cárteles se puede ver reflejada en los múltiples enfrentamientos armados que ocurren en México, principalmente en los estados fronterizos como Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, donde se encuentran rutas y puertos de entrada para el trasiego de drogas.
En algunas de estas entidades incluso se han desmantelado laboratorios clandestinos habilitados para la producción de drogas sintéticas. Reportes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) filtrados en Guacamaya Leaks y retomados por el medio Unión Jalisco, indican que el Cártel de Sinaloa opera en más de la mitad del territorio mexicano. No obstante, en ciertos estados se ha detectado la presencia de otros grupos criminales.
Baja California se mantiene bajo el asedio del Cártel de Sinaloa y el CJNG, debido a las rencillas que mantiene estos dos grupos criminales. A lo largo de 2022 se registraron 2 mil 995 homicidios (tanto dolosos como culposos), así como 3 mil 474 delitos contra la libertad personal, como secuestro o tráfico de menores.
Las confrontaciones entre estos dos grupos se han mantenido desde hace siete años (a partir de 2015). Los principales operadores del cártel de las cuatro letras en dicho estado son Rodolfo López Arellano, Cabo 30, y Ricardo Antonio Álvarez, Cabo 39.
En Chihuahua, el Cártel de Sinaloa ha protagonizado una cruenta confrontación con el Cártel de Juárez bajo uno de sus brazos armados: el grupo conocido como “Gente Nueva”. Sin embargo, también se ha reportado la presencia del CJNG al igual que otras 10 células criminales, según el Programa de Política de Drogas (PPD) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
En la entidad gobernada por Maru Campos se reportaron 2 mil 057 homicidios en 2022, de los cuales mil 040 se perpetraron con un arma de fuego. Entre ellos destaca el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, registrado en el poblado de Cerocahui en el mes de junio. Se presume que el responsable de este doble crimen era José Noriel Portillo, alias El Chueco, cabecilla de Gente Nueva, quien fue localizado sin vida en el municipio de Choix hace una semana.
La batalla por Sonora
En tanto, en Sonora el Cártel de Sinaloa cuenta con un brazo armado para hacerle frente a otras organizaciones criminales. Se trata de Los Salazar, creado con la finalidad de confrontar al Cártel de Juárez bajo su célula “La Línea”. Entre sus principales actividades destaca el trasiego de drogas a Estados Unidos y el tráfico de migrantes.
Sin embargo, en Sonora opera otro grupo delictivo que desde 2020 ha logrado ganar territorio: el Cártel de Caborca, liderado en su tiempo por Rafael Caro Quintero, el “Narco de narcos” que fue recapturado en julio del año pasado. La ola de violencia en este estado dejó mil 757 víctimas de homicidios en 2022.
En Tamaulipas se registraron mil 189 homicidios durante los 12 meses del año previo. Si bien en esta entidad se ha reportado una fuerte presencia del Cártel del Golfo (presunto responsable del secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses a principios de marzo), reportes de inteligencia han indicado que también opera el Cártel del Golfo.
Esta organización criminal ha formado alianzas con el CJNG para hacerle frente a Ismael El Mayo Zambada (líder del Cártel de Sinaloa) y así controlar el tráfico de fentanilo a EEUU, según reportes de Unión Jalisco. La Sedena, por su parte, ha identificado a otras siete células que se pelean entre ellas en Tamaulipas: Los Rojos, Los Metros, Los Ciclones, Los Pelones, Los Talibanes, Los Fresitas y Los Dragones.
A lo largo de 2022, en México se registraron 42 mil 879 homicidios dolosos y culposos a nivel nacional, según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Bajo ese contexto, el presidente López Obrador responsabilizó a los fabricantes de armas de Estados Unidos de las miles de muertes de mexicanos, pues gran parte del armamento que entra al país va dirigido al crimen organizado.
En ese sentido, el mandatario federal los causó de respaldar las campañas electorales de ciertos legisladores estadounidenses que han propuesto una intervención en México para combatir a los cárteles de la droga y el tráfico de fentanilo.
“Quienes producen las armas en Estados Unidos también apoyan para sus campañas a senadores y no quieren control de las armas, y nosotros ponemos los muertos. Exactamente, eso es todo”, aseveró López Obrador el pasado 26 de marzo.