De acuerdo con el periodista José Luis Montenegro, el operativo donde casi detiene a Iván Archivaldo en realidad era para atrapar a “El Panu”
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Un operativo militar realizado el pasado 19 de febrero en la colonia Tierra Blanca, al norte de Culiacán, estuvo cerca de culminar con la captura de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de “Los Chapitos”.
Durante la intervención, las fuerzas federales lograron la detención de Kevin Alonso Gil Acosta, alias “El 200″. Sin embargo, Jaziel Abdiel Guzmán Araujo, alias “El Gabacho”, primo de Iván Archivaldo e hijo de Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, coordinó su escape y evitó su detención.
Según el periodista José Luis Montenegro, dicho operativo tenía como principal objetivo a Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, uno de los principales operadores de la facción de “Los Menores”.
Las autoridades buscaban desmantelar un sistema de videovigilancia clandestino que tenía en dicha región: “Según los informes, ahí despachaba uno de los colaboradores más cercanos de los hermanos Guzmán: ‘El Panu’; sin embargo, él no estaba ni cerca de la zona”, detalló Montenegro en su texto publicado en Aristegui Noticias.
Durante la intervención, “militares y marinos hallaron a personajes del mundo del hampa mucho más relevantes”, entre ellos Iván Archivaldo Guzmán, lo que cambió el rumbo del operativo.
Escape a través de un túnel
Al percatarse del despliegue militar, Iván Archivaldo logró huir con su escolta, Eric Bastidas, alias “El 09″, utilizando un túnel conectado a una casa en la colonia Tierra Blanca, que terminaba a cinco calles de donde empezó el operativo.
Las dos casas que estaban conectadas tenían una construcción exactamente igual. Además de estas dos casas, otras dos viviendas también fueron aseguradas.
Dicha acción recordó a las hazañas de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, 10 años atrás cuando logró escapar de un penal de máxima seguridad del Altiplano.
Cuando Iván Archivaldo detectó que el Ejército estaba cerca, se comunicó con “El Gabacho” para pedir ayuda.
Según información obtenida por Montenegro, “En la llamada realizada por Archivaldo a ‘El Gabacho’ reinaba el nerviosismo. A ‘El Chapito’ le temblaba la voz. El tiempo era poco y Jaziel Abdiel le dijo a su primo que la gente de su padre, ‘El Guano’, lo recogerían al final del túnel”.
Para garantizar su escape, “El Gabacho” movilizó a “Los Guanos”. Aunque el comunicdor en un principio aseguró que Iván Archivaldo estado herido, cabe recordar que el líder de “Los Chapitos” tiene un caminar rengo por las secuelas de un accidente automovilístico ocurrido en 2003, cuando casi perdió una pierna.
La entrega de “El 200″ para distraer
Mientras “El Gabacho” coordinaba la salida de Iván Archivaldo, el grupo utilizó otra táctica para distraer a los militares.
“Todos tenían que pensar rápido y tomaron la que, a su criterio, sería la mejor decisión: Kevin Alonso Gil Acosta, alias ‘El 200′, se entregaría a las autoridades. Y así fue. Capturado sin un disparo”, relató Montenegro.
Horas antes, en un operativo relacionado, la Guardia Nacional había detenido a José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Güerito”, tras la desarticulación de otro “C4″ de “Los Chapitos”, afirmó.
Cabe apuntar que ambos personajes eran parte del principal organigrama de Los Chapitos. “El 200″ era el principal secretario de Iván Archivaldo, mientras que “El Güerito” fungía como operador financiero.
El refugio de Iván Archivaldo y la paranoia
Tras el fallido operativo, Iván Archivaldo se refugió en Jesús María o en la sierra de Badiraguato, bajo la protección de su tío “El Guano”. “Contrario a las versiones que han circulado, ‘Los Guanos’ y ‘Los Chapitos’ sí están aliados. Y estrechamente”, afirmó el escritor.
Sin embargo, la presión de las autoridades ha generado inestabilidad dentro del grupo criminal. Montenegro afirma que Iván Archivaldo no duerme bien, padece ansiedad extrema, tiene crisis nerviosas y está traicionando a sus más cercanos al pensar que ellos harán lo mismo con él.
A pesar de que el operativo no logró la captura de “El Panu”, el periodista afirma que las autoridades mantienen su búsqueda, pues actualmente la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ofrece una recompensa de 4 millones de dólares por información que lleve a su captura.