En entrevista para Infobae México, el comunicador apuntó que los recientes golpes contra la organización criminal no afectarán sus operaciones
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Desde la captura o abatimiento de integrantes, hasta el cese de operaciones ilícitas. Durante las últimas semanas, tres de las cuatro facciones del Cártel de Sinaloa identificadas por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) han sufrido golpes significativos por parte de las autoridades de México. Pero, ¿a qué se debe que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador esté detrás de esta organización criminal a escasos meses de que termine su mandato?
Aunque el también conocido Cártel del Pacífico ha estado bajo la mira del gobierno de Estados Unidos durante los últimos años, al ser señalado como el principal responsable de la epidemia de fentanilo que atraviesan, la administración de López Obrador no había realizado operativos en contra de este grupo criminal de manera tan continua como se han registrado en las últimas semanas.
Y es que, sólo tres semanas después de que Claudia Sheinbaum Pardo resultó victoriosa en la jornada electoral del 2 de junio, las fuerzas armadas comenzaron a asestar los primeros golpes en el bastión criminal. Al respecto, el periodista José Luis Montenegro aclaró en entrevista para INFOBAE MÉXICO cuál podría ser la razón.
En palabras del comunicador, experto en seguridad y narcotráfico, los recientes operativos realizado en Sinaloa podrían tratarse de un mensaje a la ciudadanía; específicamente como un último intento del gobierno de López Obrador o del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de deslindarse de sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
“Lo que está haciendo el gobierno federal es tratar de deslindarse, aunque sea en el discurso y la acción, de las complicidades que tiene actualmente con el Cártel de Sinaloa. Muchos de los puestos políticos ―y te lo digo porque tengo fuentes muy cercanas― en regidurías, sindicaturas y presidencias municipales son puestos clave para las organizaciones criminales.
Muchas de esas plazas en diferentes estados donde domina, como Sonora, Chihuahua, Durango y Sinaloa, fueron puestos por el mismo cártel y por Los Chapitos”, explicó.
En esa línea, el autor del reciente libro Los Chapitos. Radiografía criminal de los herederos del cártel de Sinaloa, recordó que los señalamientos del financiamiento de campañas políticas por parte del narcotráfico no son nuevos.
“Me parece que estas acciones de los últimos meses simplemente son un mensaje para deslindarse de todos los apoyos, de todas las corruptelas que existen, ya que evidentemente hubo una complicidad por parte del gobierno y del narco para llegar a esa casi hegemonía política que hoy tiene el partido Morena”.
No obstante, Montenegro también señaló que los recientes golpes contra el Cártel de Sinaloa han tratado de posicionarse como “grandes”, cuando son menores.
“El caso por ejemplo de ‘El R8′, que son personajes pues que sí son allegados a las piezas grandes del crimen organizado, este supuesto jefe de seguridad de Aureliano Guzmán Loera. Sin embargo no se ataca a la estructura financiera y operativa: no se congelan cuentas, no se decomisan bienes, no desnudan o develan quienes están detrás del poder fáctico, detrás de estos poderes que manejan los hilos del crimen organizado”, agregó.
Cronología de los hechos: los últimos golpes contra el Cártel de Sinaloa
El primer hecho se registró el 23 de junio.
En Eldorado, Sinaloa, el presunto jefe de plaza de Los Chapitos de dicha región, Raúl Alberto Carrasco Lechuga, fue abatido durante un enfrentamiento con el Ejército Mexicano. ‘El Chore’, como también era identificado, era uno de los hombres más cercanos a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de la facción del CDS dirigida por cuatro hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Pero Los Chapitos volverían a sufrir una baja sólo cuatro días más tarde. El 27 de junio, tras una serie de operativos en la capital sinaloense, miembros de la Secretaría de Marina (Semar) capturaron a Rey David S., alias ‘El Oso’, presunto cuñado de ‘El Chore’ y operador de Los Chapitos.
Se trata de un hombre que lleva en las filas del Cártel de Sinaloa desde hace varios años, pues en 2016 también fue detenido por la Marina. En dicho año fue vinculado a Dámaso López Núñez, ‘El Licenciado’, quien a su vez era un hombre cercano a ‘El Chapo’ Guzmán.
Pero, como se adelantó, Los Chapitos no han sido la única facción afectada. El 1 de julio, la Marina, el Ejército Mexicano y la Fiscalía General de la República (FGR) aseguraron seis domicilios en Culiacán donde se fabricaba metanfetamina y fentanilo. Los reportes señalan que el lugar era dirigido por gente de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y su hijo, Ismael Zambada Sicairos, alias ‘Mayito Flaco’.
Destaca que en dichos inmuebles se localizaron documentos, numerario en moneda nacional y extranjera, vehículos de alta gama, armas de fuego, granadas de fragmentación, así como material balístico y equipos de telecomunicación.
También se hallaron sustancias y precursores químicos controlados almacenados en bidones, frascos y botellas que contenían líquidos transparentes, café, amarillentos, utilizados para la fabricación de drogas sintéticas.
Además, se incautaron diversos equipos y maquinaria, incluyendo tableteadoras, mezcladoras industriales y emplayadoras, así como material diverso para la manipulación de sustancias químicas.
El último golpe significativo contra el CDS ocurrió el 8 de julio. En ésta ocasión, la facción afectada fue la liderada por Aureliano Guzmán Loera, alias ‘El Guano’, hermano de ‘El Chapo’ Guzmán y tío de Los Chapitos.
En los límites de Badiraguato, Sinaloa y El Durazno, Durango, elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional (GN) capturaron a su presunto jefe de seguridad, Luis ‘N’, alias ‘El R8′, en lo que se presume era un operativo para detener al mismo Aureliano.
Sin embargo, hombres al servicio del capo habrían decidido sacrificar su libertad para dar tiempo a ‘El Guano’ y que este pudiera escapar por la sierra. Junto a ‘El R8′ también fueron detenidos otros tres sujetos.
Hasta el momento, el presidente López Obrador no se ha pronunciado sobre ninguno de estos hechos.