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Published on 10 diciembre, 2018 — in Investigación — by Rodrigo Gutiérrez
A mediados de agosto pasado el gobierno de México y Estados Unidos iniciaron una cacería contra
Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG),
considerada una de las cinco organizaciones criminales más poderosas del mundo.
Primero, la Procuraduría General dela República (PGR) aumentó la recompensa en contra de “El
Mencho” de 2 millones a 30 millones de pesos.
Luego el Departamento de Estado de los Estados Unidos informó sobre la recompensa por la captura de Oseguera Cervantes por 10 millones de dólares.
Sin embargo, a tres meses del inicio de esta ardua búsqueda bilateral, el capo criminal está lejos de ser detenido, mientras que a su paso, la violencia en los tres principales estados de operación del cártel ha ido en aumento: Jalisco, Colima y Michoacán.
En Jalisco, principal centro de operaciones del CJNG, los asesinatos aumentaron un 31% en apenas
cuatro meses.
En julio, un mes antes de ser anunciada la cacería, se registraron 194 homicidios dolosos en tierras jaliscienses; mientras que para octubre pasado, los asesinatos alcanzaron a las 256 víctimas.
Esto según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Por su parte, en Colima, que se ha convertido en una de las entidades más peligrosas del país, la violencia incrementó un 77%.
Esto al pasar de 44 asesinatos en julio pasado a 78 homicidios dolosos, cuatro meses después, en
octubre.
Mientras que en Michoacán, un estado invadido por el crimen organizado desde hace años, registró un aumento del 17%.
En junio se registraron 149 homicidios dolosos en tierras michoacanas, para octubre los asesinatos sumaron 175 víctimas.
La gran mayoría de los muertos que se han registrado en estas entidades fue por arma de fuego. La problemática es tal que el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que Jalisco y Michoacán son los estados más peligrosos en el inicio de su sexenio.
“Son los dos estados donde se registraron más actos violentos, Jalisco y Michoacán. Nosotros tenemos que cumplir y atender estos casos”, dijo el tabasqueño durante su conferencia matutina el pasado 4 de diciembre.
El CJNG ha respondido a la cacería, principalmente en Jalisco. La noche del 30 de noviembre una
granada de fragmentación explotó en el Consulado de Estados Unidos en Guadalajara.
El incidente, que no dejó muertos ni heridos, se dio luego de que circulara un video en redes sociales donde un supuesto sicario del CJNG, golpeado, con las manos atadas y cubierto de los ojos, dijo tener la orden de colocar una bomba en el Consulado de Estados Unidos.
En la grabación, el sujeto asegura que el ataque era “para que dejen en paz al señor Mencho”.
Dos días después, el 3 de diciembre un grupo armado emboscó a elementos de la Fuerza Única Regional, en el municipio jalisciense de La Huerta; ataque que dejó un saldo de seis uniformados asesinados y uno más herido.
Tras los hechos, se reportaron bloqueos con automóviles incendiados en zonas cercanas, hecho característico del cártel jalisciense.
¿Por qué Jalisco, Michoacán y Colima?
El CJNG tiene su bastión y su centro financiero en Jalisco, entidad donde varias empresas han sido sancionadas por el Departamento del Tesoro en Estados Unidos, debido a que estas ayudaron a lavar dinero de la organización criminal, obviamente de procedencia ilícita.
Un ejemplo es el hoy extinto tequila Onze Black, boletinado por el gobierno norteamericano en
septiembre del 2015.
La empresa se encontraba asentada en Guadalajara y su principal dueña era Jessica Johana Oseguera González, hija de “El Mencho” y de Rosalinda González Valencia.
A este bastión se le suman entidades colindantes que han servido como blindaje pues en Jalisco es donde más se mueve Oseguera Cervantes: Colima y Michoacán.
EL CJNG le arrebató al Cártel de Sinaloa la plaza de Colima tras meses de disputa. En este estado el punto importante para el narcotráfico es el puerto de Manzanillo, donde entran y salen mariguana, cocaína, drogas sintéticas, así como precursores químicos, incluso de otros continentes.
El CJNG se hizo de Michoacán con la ayuda de la Familia Michoacana, principalmente del compadrazgo de “El Mencho” con Jesús Méndez, “El Chuchín”, quien es hijo de José de Jesús Méndez “El Chango Méndez”, cofundador del cártel michoacano.
“El Chuchín” se habría aliado con grupos de autodefensas como el de “Los Viagras” o el de Luis Antonio Torres, alias “El Americano”, para expulsar a los Caballeros Templarios, hecho que fue confirmado por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Michoacán.
Con Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, principal líder de los Caballeros Templarios, detenido en 2015, la Familia Michoacana y el CJNG controlaron la entidad.
El puerto de Lázaro Cárdenas, para la exportación e importación de drogas, precursores químicos y hasta minerales, es la principal importancia de Michoacán para el crimen organizado, así como el sembradío de drogas en sus tierras fértiles.