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Caída de Tenochtitlan: la ofrenda en un sitio clave del Templo Mayor que los mexicas ocultaron a Cortés

A 500 años de la llamada conquista los vestigios de la resistencia de los habitantes sigue sin ser descubierta por completo

infobae.com

500 años de la caída de Tenochtitlán, aún queda mucho por saber sobre la vida de los mexicas que se resistieron a la imposición de las deidades y cosmovisión de los españoles.

Sin embargo, algunos hallazgos demuestran que habitantes de México-Tenochtitlan y de México-Tlatelolco, quienes durante meses sufrieron el sitio del ejército formado por los hispanos y millares de aliados indígenas, encontraron una forma de salirse del yugo español.

Raúl Barrera Rodríguez, arqueólogo responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del INAH, comentó cuatro descubrimientos de la transición entre las ciudades capitales de Tenochtitlan y de la Nueva España.

“Se trató de un proceso que requirió años. Los mismos españoles, según hemos encontrado, se vieron en la necesidad de ajustarse a las condiciones, adaptando muchos de los aposentos mexicas para volverlos sus habitaciones”, señaló el investigador durante una conferencia virtual del ciclo “En busca de Tenochtitlan y Tlatelolco”.

Aún no se sabe cuántos vestigios ocultos puede haber (Foto: INAH)

Como era de esperarse, aunque la derrota de los mexicas ocurrió el 13 de agosto de 1521, pasaron décadas antes de que aceptaran completamente las condiciones ideológicas y religiosas impuestas en el periodo Virreinal Temprano que terminó en 1620.

Durante ese periodo, aunque estaban bajo el mando español, la resistencia mexica encontró formas de seguir rindiendo tributo a sus dioses ocultando materiales de antiguos templos o colocando ofrendas en las construcciones hispanas.

Un ejemplo de ellos es un piso del periodo Virreinal Temprano, formado por lajas de piedra que, probablemente, procedían de los principales templos de Tenochtitlan, localizado en las excavaciones del Huei Tzompantli, iniciadas en 2015.

Los mexicas también colocaron una ofrenda aún con características prehispánicas, consistente en tres cuchillos de pedernal, durante la construcción de un inmueble hispano.

Los mexicas se resistieron por años años a conservar sus creencias (Foto: INAH)

Otro caso destacado, es la localización del Calmécac, la escuela de élite donde los nobles y los sacerdotes mexicas eran formados, descubierto también en un predio ubicado entre las calles de República de Guatemala y Donceles, bajo el edificio del Centro Cultural de España en México, apenas a unos pasos del Templo Mayor.

Dicho sitio arqueológico también mostró huellas de cómo los mexicas tras ser vencidos trataron de conservar su religión, ignorando los predicamentos católicos de España.

Es el caso de dos esculturas, una del dios del inframundo, Mictlantecuhtli, y otra del señor de la turquesa, Xiuhtecuhtli, encontradas en una estratigrafía virreinal, pero que se ubicaron dentro de un pozo excavado también por los constructores de la primigenia estructura española.

Mexicas ocultaron sus ofrendas dentro de los propios inmuebles hispanos (Foto: INAH)

“Ambas representaciones habían sido protegidas para evitar su destrucción, los indígenas excavaron una pequeña fosa para depositarlas intactas y asegurarse de que no fueran halladas por los españoles”, señaló el arqueólogo.

Como tal, el Templo Mayor era un santuario donde custodiaban también efigies perecederas de los dioses, hechas de masa de semillas de amaranto y miel, así como los tlaquimilolli.

A varios años de la conquista (1539), se registró, según la UNAM, que un indígena de Azcapotzalco llamado Tonal elaboraba todavía imágenes de Tezcatlipoca.

Cabe recordar que algunos métodos que los llamados conquistadores usaron para cambiar la cosmovisión indígena, fueron la destruyeron las figuras de sus dioses, la adaptación de las construcciones mexicas a las suyas y evangelizando.

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