Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Al igual que en otros puntos del municipio de Puerto Vallarta, en la delegación de El Pitillal, se observa la nutrida presencia de personas indigentes que corren el peligro de ser atropelladas.
En este punto, ya son demasiadas las calles en donde se observa la presencia de personas en sillas de ruedas, pidiendo dinero o en otros casos, con la situación de que no hay las suficientes facilidades para su movilización.
En todos los casos, estas personas corren un grave peligro de ser atropelladas, no existen los suficientes agentes de tránsito, quienes les puedan auxiliar crucero tras crucero o en cada esquina en la delegación.
Entre los pasos y cruces en las calles, tampoco hay movilidad adecuada, para que las personas solas o acompañadas, puedan usar sus sillas de ruedas.
Se carecen de rampas, además, la nueva modalidad es la de abarcar estas calles en la delegación más poblada en el municipio de Puerto Vallarta, por parte de personas necesitadas.
Ya algunas personas, sobre todo de la tercera edad y discapacitados, fueron removidos de una de las esquinas en la plaza en dicha delegación.
Principalmente por lo peligroso que les resulta su movilidad con el constante paso de camiones urbanos y de los taxistas a toda hora.
La imagen de este día, corresponde a una persona mayor, quizá de 50 años de edad, solo, moviéndose con su silla, aprovechando la luz roja de los semáforos para atravesarse entre coches con el objetivo de tener monedas que le permitan subsistir.
Cabe destacar que muchos de los agentes de tránsito, tienen comisionada su labor de atender las necesidades que se generan con motivo de las peregrinaciones en el centro de Puerto Vallarta, programadas del día 1 al 12 del presente mes de diciembre.
Deben poner orden vial con los camioneros, quienes tienen su ruta modificada, así como cotrolar el paso de peatones en cada esquina, lo mismo que garantizar la seguridad en las peregrinaciones.
De ahí que, no hay tiempo para destina más personal que vigile el orden vial y que estas personas discapacitadas no corran ningún tipo de peligro en las calles.