Puerto Vallarta
Calles de Puerto Vallarta en pésimo estado.
Requieren urgentemente de un programa permanente de mantenimiento y rehabilitación.
Es el llamado de vecinos en distintas colonias.
En el pintoresco municipio de Puerto Vallarta, las calles muestran un lamentable estado de deterioro que afecta tanto a las arterias principales como a las más recónditas vías.
El pavimento asfáltico, que en algún momento fue símbolo de modernidad y progreso, ahora exhibe grietas profundas y baches tan grandes que podrían albergar pequeños cuerpos de agua tras una lluvia intensa.
Este panorama desolador no solo representa un obstáculo para los conductores, sino también para los peatones que deben sortear estos obstáculos diariamente.
Incluso las calles empedradas, que añaden encanto y autenticidad al ambiente tradicional de Puerto Vallarta, no están exentas de problemas.
Las piedras desgastadas y sueltas crean superficies irregulares y peligrosas, especialmente durante la temporada de lluvias cuando se vuelven resbaladizas y difíciles de transitar.
Los residentes locales y los visitantes por igual enfrentan desafíos significativos al intentar navegar por estas calles, a menudo enfrentando riesgos para la seguridad personal y vehicular.
El impacto de estas condiciones va más allá de lo estético.
El deterioro de las calles de Puerto Vallarta no solo genera incomodidades y daños a los vehículos, sino que también afecta negativamente la imagen del municipio como destino turístico.
Los visitantes, esperando encontrar calles bien mantenidas y seguras, se encuentran con un paisaje urbano que no coincide con la imagen idílica que se promueve en las guías turísticas y en las campañas de marketing.
A pesar de los esfuerzos ocasionales de mantenimiento y reparación, el problema persiste, alimentando la frustración y la insatisfacción entre los residentes y comerciantes locales que dependen de un entorno urbano funcional y acogedor.
Las llamadas a las autoridades municipales para una solución permanente y efectiva se intensifican, pero la respuesta sigue siendo insuficiente frente a la magnitud del problema.
En resumen, el estado de las calles en Puerto Vallarta es un recordatorio visible de la necesidad urgente de inversiones y políticas públicas efectivas en infraestructura urbana.
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