Los habitantes de su comunidad la catalogan como una «heroína» por tener el valor de enfrentar a su agresor
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Una ama de casa ganó popularidad en la pequeña ciudad de Walpeup, en Australia, luego de que este lunes fue declarada culpable por el homicidio de su esposo. De acuerdo con las autoridades australianas, Rebecca Payne asesinó a su difunto marido dándole de comer galletas con veneno, debido a que estaba cansada del maltrato que recibía de su parte; los hechos ocurrieron en 2020, pero este 22 de mayo de 2023, sus abogados han hecho un llamado al juez del caso para que considere tener “piedad” con la mujer.
La defensa de la mujer reiteró, en repetidas ocasiones, que Rebecca era víctima de violencia familiar, ya que su esposo, Noel Payne, la agredía físicamente, económicamente, sexualmente y emocionalmente; ya que, incluso, la había obligado a tatuarse su nombre en todo el cuerpo. Con estos argumentos, familiares y amigos de la imputada pidieron al juez tener clemencia de ella, ya que sufrió “actos indescriptibles de violencia”.
No obstante, Rebecca Payne fue declarada culpable de asesinato por un jurado y este lunes sus abogados han exhortado al juez a tener piedad al momento de dictar sentencia. Incluso, los habitantes de Walpeup, han pedido clemencia para la mujer, a quien han catalogado como una “heroína” por tener el valor de enfrentar a su agresor. Al respecto, los hijos de Rebecca comentaron que su madre vivió un infierno por más de 14 años y que ahora ellos (sus hijos) la necesitan al igual que la comunidad.
Con galletas envenenadas, Rebecca asesinó a su esposo
De acuerdo con el testimonio de vecinos y amigos del matrimonio, Rebecca fue víctima de una relación violenta, por lo que seguido se escuchaban golpes al interior de la casa y se veía a la imputada con golpes en el rostro y cuerpo. Además, comentaron que Noel vivía con su esposa y con otra mujer, a quien llevó a su casa sin consultarlo con Rebecca.
Cansada de los malos tratos y la violencia, el 1 de septiembre de 2020, Rebecca horneó una gran cantidad de galletas de limón y trituró algunas pastillas de temazepam; posteriormente, utilizó el polvo para colocar el glaseado de una galleta y se las sirvió a Noel, junto con una taza de leche. Luego de comer la mezcla mortal, el hombre no volvió a despertar y su esposa optó por cubrir su cuerpo con una sábana y guardarlo en un congelador.
Días después del crimen, Rebecca arrastró el congelador al patio trasero de un vecino, y no mucho tiempo después un residente abrió la tapa, llamó a la policía y arrestaron a la mujer. Luego de ser detenida, ella admitió el homicidio involuntario y afirmó que no tenía la intención de matar a su esposo, aseguró que únicamente quería sedarlo, pero el jurado no le creyó y fue declarada culpable de asesinato, por lo que enfrenta una pena de cárcel.