Borrar bardas
Ya acabaron las campañas.
Por lo que ahora ciudadanos de diversas colonias en el municipio de Puerto Vallarta, piden de la manera más respetuosa a los representantes de los diversos partidos políticos que participaron en la pasada contienda electoral del 2 de junio al retiro formal de todo tipo de propaganda.
Misma que colocaron en muchos frentes de casas habitación, en edificios, postes, parte trasera de camiones del transporte público y en pinta de bardas.
Por respeto y amor a Puerto Vallarta, que los políticos ganadores y perdedores, demuestren un grado de civilidad, demandan vecinos.
Tras la jornada electoral del pasado 2 de junio en Puerto Vallarta, los ciudadanos han elevado una importante petición a los representantes de los partidos políticos y a los candidatos, tanto ganadores como perdedores.
Esta solicitud resalta la necesidad de retirar todo tipo de propaganda electoral y borrar los mensajes plasmados en bardas y espacios públicos.
Este llamado surge como una manifestación de respeto hacia la estética urbana y el entorno comunitario de la ciudad.
La comunidad vallartense, en su afán por preservar la armonía visual del entorno, ha expresado de manera contundente su deseo de que los partidos políticos y los candidatos asuman la responsabilidad de retirar la propaganda electoral que inundó las calles durante el proceso electoral.
Esta demanda no solo busca la limpieza física de los espacios públicos, sino también representa un mensaje de madurez cívica y compromiso con el cuidado del entorno.
El retiro de la propaganda y el borrado de las bardas se perciben como gestos simbólicos de compromiso con la comunidad y respeto hacia el espacio público.
Además, esta acción contribuye a disminuir la contaminación visual y a restaurar la imagen urbana de Puerto Vallarta tras el periodo electoral.
Es un recordatorio de que la política debe ser temporal y que la ciudadanía espera que sus representantes actúen con responsabilidad y consideración hacia el bienestar colectivo.
En este contexto, el llamado de los ciudadanos de Puerto Vallarta refleja una voluntad colectiva de mantener la ciudad limpia y ordenada, más allá de los resultados electorales.
Es un recordatorio de la importancia de la colaboración entre la sociedad y sus líderes políticos para construir un entorno urbano más habitable y respetuoso con el paisaje y la convivencia ciudadana.