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Cómo consumir el ajo para prevenir infartos al corazón

El ajo posee diversos nutrientes, entre los cuales destaca su capacidad para mejorar la salud cardiovascular

El ajo es un alimento sumamente saludable para el organismo, ya que cuenta con diversos componentes que lo convierten en un ingrediente de gran valor para la cocina y en la medicina natural.

Entre las vitaminas que contiene destaca la vitamina C, vitamina B6 y vitamina B1 (tiamina). Además, es una buena fuente de minerales como el manganeso, selenio, fósforo, calcio y cobre. El ajo es rico en alicina, un compuesto sulfuroso que se forma cuando el ajo es picado o triturado y es responsable de su característico olor.

Cabe señalar que la alicina y otros compuestos sulfurosos presentes en el ajo han mostrado tener propiedades antioxidantes, antimicrobianas y beneficios para la salud cardiovascular como la reducción de la presión arterial y la mejora de los perfiles lípidos.

Enfocándonos solamente en las propiedades del ajo para prevenir los infartos en el corazón, su poder curativo reside en que ayuda a bajar la presión sanguínea hasta en un 8 por ciento, logrando así evitar incluso un derrame cerebral.

Este alimento contiene propiedades antiplaquetarias y ayuda a reducir la capacidad de las plaquetas de coagularse y formar coágulos sanguíneos. – (Imagen Ilustrativa Infobae)

Reducción de la presión arterial

Mejoría en los niveles de lípidoso

Previene la formación de coágulos

Antioxidantes

Los compuestos sulfurosos, como la alicina que se libera al cortar el ajo, parecen tener un efecto vasodilatador. (Especial)

Cómo consumir el ajo para obtener sus beneficios

Una forma común de consumir el ajo es en crudo, es decir, picarlo o triturarlo e ingerirlo agregando un poco de miel o aceite. Es importante dejarlo reposar unos 10 minutos después de picarlo y antes de consumirlo para maximizar sus efectos saludables.

Otra opción es el ajo cocido, que puede incorporarse en guisos, sopas y salsas. No obstante el proceso de cocción reduce ligeramente la concentración de alicina, por lo que este método no es tan recomendable.

Por otro lado, el ajo en polvo es una alternativa bastante práctica, para quienes prefieren evitar en la medida de lo posible, el sabor del ajo, existen suplementos de ajo en cápsulas, que ofrecen una manera conveniente de obtener sus beneficios sin el sabor intenso.

Es importante consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente en caso de embarazo, lactancia o condiciones de salud específicas.

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