Aunque limpiar el retrete con papel de baño es la opción más sencilla, hacerlo frecuentemente puede traer problemas higiénicos
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El inodoro es uno de los muebles que más limpieza necesitan y a su vez, uno de los más difíciles de mantener limpio debido a que se usa todos los día y a que muchos no consideran agradable lavarlo, es por ello que prefieren únicamente secar su superficie con papel de baño y así evitar su contacto por mucho tiempo.
Sin embargo, de acuerdo con información de las sugerencias publicadas por una empresa japonesa fabricante de inodoros , utilizar el papel de baño para limpiar la superficie de tu retrete puede ocasionar problemas de higiene en el futuro debido a que dependiendo de la textura del papel puede llegar a causar rayones y pequeñas grietas difíciles de detectar.
Según el informe de la empresa Toto, aunque los rayones y grietas sean pequeñas, tienen la capacidad para almacenar bacterias y enfermedades que pueden llegar a afectar en algún momento de no limpiarse correctamente.
Además, aunque algunos recurren a colorar el papel sobre la tasa de baño para una sensación más cómoda, el doctor, William Schaffner, profesor de Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York Philip mencionó que hacer eso no garantiza mayor protección que el de tu misma piel a las bacterias.
“En términos de prevención de enfermedades y transmisión de enfermedades infecciosas, no hay evidencia real de que las tapas de los asientos del inodoro hagan eso”, en un artículo para la revista Times en 2022.
Cómo limpiar el inodoro correctamente
Ya que limpiar el retrete únicamente con papel higiénico no es una buena idea, es recomendable seguir los siguientes pasos para una limpieza profunda y adecuada al menos dos veces por semana.
Utensilios necesarios
- Guantes de plástico
- Limpiador para lavar la taza del baño
- Cepillo de baño
- Toallas de limpieza
- Limpiador de baño
- Cubeta
Limpiar paso por paso
Paso 1: antes de que inicies a limpiar el inodoro, ponte tus guantes de plástico y despeja toda el área alrededor, incluido el papel de baño, productos de limpieza y cualquier cosa que tengas arriba del tanque. Con esto previenes que el agua sucia del cepillo de baño llegue a objetos cercanos al inodoro.
Paso 2: levanta el asiento del inodoro, coloca la boquilla del limpiador debajo de la orilla y aplícalo alrededor de la taza. Asegúrate de que toda la taza esté cubierta del limpiador y déjalo actuar.
Paso 3: mientras que el limpiador de baño está disolviendo las bacterias en la taza, rocía el área sobre el asiento con un limpiador genérico de superficies de baños. Déjalo actuar uno o dos minutos antes de limpiarlo con una toalla suave.
Paso 4: el cuerpo del inodoro, especialmente la parte de arriba del tanque puede atraer mucho polvo y pelusa, así que dale una buena limpieza con un spray limpiador para baños y un pedazo de toalla de cocina húmeda.
Paso 5: cuando la limpieza del inodoro está completa, recuerda limpiar el cepillo del baño. Llena un bote con agua caliente y cloro (siempre sigue las instrucciones de la etiqueta), y sumerge el cepillo durante 30 minutos. Enjuaga el cepillo con agua caliente en la taza y devuélvelo al recipiente que lo contiene, así estará listo para tu siguiente limpieza profunda.
De qué está hecho el papel higiénico
El papel es una delgada hoja de fibras que se hace con una pasta vegetal, la cual se crea moliendo y secando hasta que se endurezca. A la pulpa de celulosa se le añaden sustancias como el polipropileno o el polietileno.
El material más común para crear el papel higiénico es la pulpa de celulosa que proviene de la madera de los árboles, por ejemplo, los pinos. Asimismo, se llegan a utilizar otros materiales como el algodón o el cáñamo.