El funcionario federal explicó que en lo que va del año se han detenido a 22 menores que trabajan para el crimen organizado en Sonora.
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El delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Sonora, Sergio Francisco Méndez, informó que el crimen organizado está reclutando a adolescentes de entre 12 a 14 años para generar violencia en el norte del estado, principalmente en los municipios de Caborca, Sonoyta, Puerto Peñasco y Sáric.
Sergio Méndez detalló que en lo que va del año han sido detenidos 22 menores de edad que trabajan para el crimen organizado.
“Una vez capturados, se integra una carpeta de investigación, además se solicita en audiencia una medida cautelar ante un juez de control para el internamiento preventivo de los menores”, explicó el delegado de la FGR en Sonora.
Detenciones de menores en operativos contra el crimen organizado en Sonora
El pasado 17 de septiembre, la FGR en Sonora informó sobre la captura de un menor de edad en Sonoyta, al que se le aseguraron 10 armas de fuego de uso militar, 63 cargadores de diversos calibres, 5 mil 170 cartuchos, tres vehículos, una cuatrimoto y ocho chalecos tácticos.
En la capital de Sonora, el pasado jueves 5 de septiembre, tres menores de edad y dos adultos transportaban un cadáver en la cajuela de un vehículo, el cual, según autoridades locales, estaba tan hinchado por los golpes que era difícil identificar el cuerpo. Asimismo, en el auto también encontraron cuatro armas cortas y dos fusiles.
¿Por qué el crimen organizado logra ‘capturar’ a los jóvenes en sus filas?
El delegado de la FGR en Sonora, Sergio Méndez, enlistó algunas de las causas que provocan que el crimen organizado pueda lograr que los adolescentes se integren a sus filas en la entidad. Explicó que los jóvenes suelen venir de contextos de violencia familiar.
“Evidentemente, el germen de esa actividad delincuencial en ellos (niños) es la violencia intrafamiliar, la desintegración familiar y la falta de atención de los padres, es muy lamentable que los progenitores no pongan atención a lo que debería ser lo más querido en su vida”, dijo
Méndez aseguró que la mayoría de los menores que participan en el crimen organizado huyen de la violencia que se vive en sus hogares.
Una vez que pasan tiempo en los internados, como lo marca la ley, un juez les fija ciertas condiciones para que se les pueda otorgar un beneficio preliberatorio para que continúen con sus estudios.
“Yo propongo que deberían tener alguna responsabilidad los padres cuando sus hijos (menores) estén involucrados en acciones de alta criminalidad, ¿por qué? Porque simplemente no son vigilados, estos niños crecieron en un estado inhóspito de inseguridad familiar, exhorto a los padres a estar atentos a la conducta, al desarrollo y escolaridad de sus hijos”, concluyó el delegado de la FGR en Sonora.