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MONTERREY, NL.
La mala calidad de la leche en polvo vendida por México al gobierno del presidente Nicolás Maduro, a través de intermediarios, fue tan evidente para los venezolanos que abundaron las denuncias en redes sociales, pero los implicados se lavan las manos.
La supervisión de los valores nutrimentales de la leche en polvo vendida por México a Venezuela —y que resultó de baja calidad— era responsabilidad del gobierno sudamericano, no de las autoridades mexicanas, a pesar de que éstas emitieron 27 Certificados para Exportación de Libre Venta a cuatro empresas nacionales que enviaron dicho producto: Deshidratados Alimenticios e Industriales, SA de CV, DAI; Value Oriented Services, VOS; Empacadora de Alimentos Fuks, S de RL de CV, y Sólo Un Precio, Servicios Inmobiliarios S. de RL de CV.
Ése fue el argumento de Emilio Jacques Rivera, titular de la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario, de la Secretaría de Salud de Nuevo León, quien otorgó 24 Certificados para Exportación de Libre Venta a la empresa DAI para la exportación de leche en polvo a Venezuela y uno a Value Oriented Services.
Dos certificados más que obtuvieron Sólo Un Precio, Servicios Inmobiliarios, S de RL de CV y Empacadora de Alimentos Fuks, S de RL de CV, fueron emitidos directamente por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), organismo encargado del control sanitario de los alimentos para su exportación.
El año pasado, Venezuela se convirtió en la principal compradora del mundo de leche en polvo mexicana, pues importó más de 56 millones de kilos, según cifras de la Secretaría de Economía de México.
Los ciudadanos venezolanos continúan recibiendo la leche en polvo mexicana, pues es parte de las cajas de los CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), que el gobierno del presidente Nicolás Maduro entrega a la población más pobre con artículos regulados de la canasta básica.
Pero la mala calidad de la leche en polvo mexicana era evidente, y las redes sociales fueron la vía para denunciarlo.
Uno de los empaques que llegó al puerto de La Guaira, embarcado desde Veracruz, fue exhibido en una grabación de un minuto titulada: “Leche Lacto Más Mexicana de la Caja CLAP”, donde una mujer mostró cómo al mezclar la leche en polvo con agua, en lugar de producirse la bebida esperada, terminó formándose una masa blanca en el fondo del recipiente.
Nos llegó una leche hecha en México (…) que se asienta y es como una masa que se hace. No sé qué clase de veneno nos están metiendo a los venezolanos. Creo que merecemos algo más digno”, reprochó la creadora de este video con casi 28 mil visitas.
Luego de las constantes denuncias en Venezuela por la mala calidad de los alimentos, el portal venezolano de noticias Armando.Info y Excélsior se aliaron para investigar la composición química de ocho marcas de Leche en polvo empacadas en México y distribuidas por el gobierno de Maduro en las cajas CLAP.
En febrero Excélsior reveló que, de acuerdo con los análisis de la Universidad Central de Venezuela (UCV, las ocho marcas mexicanas –MacLeche, Rancho Nuevo, Soy Más, Kosland, Suprema, KF Milk, Pure Milk y Vita Milk– eran mucho más parecidas a la harina de arroz que a leche, como indicaban las leyendas al reverso de los empaques.
Los contenidos de sodio y carbohidratos de algunas de estas marcas, prácticamente desconocidas en el mercado mexicano, resultaron hasta ocho veces más altos que los reportados en las etiquetas.
De las ocho marcas que la UCV reveló que contenían leche en polvo de mala calidad, tres recibieron de las autoridades mexicanas Certificados para Exportación de Libre Venta a la República Bolivariana de Venezuela: MacLeche (distribuida por DAI), Rancho Nuevo (distribuida por Empacadora de Alimentos Fucks S de RL de CV) y Soy Más (distribuida por Value Oriented Services y Sólo Un Precio Servicios Inmobiliarios S. de RL de CV).
El contenido nutricional de MacLeche resultó tan bajo que los expertos de la UCV calcularon que un adulto tendría que consumir casi 83 vasos de ese producto para cubrir su requerimiento diario de calcio. Y fue la marca que recibió 24 Certificados para Exportación de Libre Venta de los 25 otorgados el año pasado, por las autoridades de Nuevo León, para el envío de leche en polvo a Venezuela.
Mientras Rancho Nuevo, una de las marcas de leche en polvo que también obtuvo un Certificado para Exportación de Libre Venta, apenas contenía 3.82 por ciento de proteína por cada 100 gramos, cuando la Norma Oficial Mexicana 155-SCFI-2012 especifica que un producto, para ser considerado leche en polvo, debe contar mínimo con 34 por ciento.
Pese a ello, Rancho Nuevo asentaba en la carátula de su empaque: “Leche en polvo enriquecida con vitaminas”.
El subsecretario de Regulación y Fomento Sanitario, de la Secretaría de Salud de Nuevo León, Emilio Jacques Rivera, justificó la autorización con su puño y letra de los Certificados para Exportación de Libre Venta a Macleche.
Explicó que en dos ocasiones ordenó visitas de verificación a la planta de Deshidratados Alimentos e Industriales en Nuevo León, una el 14 de mayo de 2016 y otra el 28 de abril de 2017.
Esta información puede ser avalada por la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, que hubo dos muestreos y todos los efectivos analizados salieron normales”, explicó sobre los lotes de MacLeche que revisó.
Mientras que las autoridades de Nuevo León encontraron todo en orden con la marca MacLeche, la Universidad Central de Venezuela detectó inconsistencias entre el producto y los valores reportados en su etiqueta.
Nosotros realizamos la visita de verificación a las empresas en un determinado día y a una determinada hora en la que se nos presenta un número de lote. Ha sucedido que los resultados del producto son distintos por hacerlo tan sólo con una hora de diferencia”, dijo Jacques Rivera.
El funcionario de Nuevo León descartó que las autoridades mexicanas hayan sido negligentes, porque el único trámite que solicitaron las empresas productoras de leche en polvo fue el Certificado para la Exportación de Libre Venta, documento limitado a verificar que la etiqueta cumpliera con las normas sanitarias de México.
Según Jacques Rivera, la responsabilidad de verificar el contenido del producto recaería en el país de recepción. Si Venezuela pretendía verificar la calidad de la leche en polvo, debía exigir a los proveedores mexicanos un certificado de análisis del producto, trámite, que jamás se solicitó en Nuevo León.
Los alimentos para ser exportados sólo requieren los Certificados para la Exportación de Libre Venta”, explicó.
A través de una carta escrita por Giuseppe Yoffreda Yorio, presidente de la Corporación Venezolana de Comercio Exterior, SA, (CORPOVEX), tres días después de que Excélsior y Armando.Info publicaron sobre el fraude de la leche en polvo, fechada el 21 de febrero, se demostró que hasta ese momento se intensificaron los controles sanitarios por parte del gobierno de Maduro.
Deben ser presentados ante la empresa verificadora y CORPOVEX con carácter obligatorio el Registro Sanitario y el Certificado de Libre Consumo en el país de Origen, de todos los rubros alimenticios embarcados que corresponden a los productos del Comité Local de Abastecimiento y Producción, CLAP”, especificó la carta.
Esa carta que Excélsior obtuvo sólo fue parte de una serie de acciones que comenzaron a llevarse a cabo desde Venezuela, luego de la publicación de la mala calidad de la leche en polvo.
Por ejemplo, los proveedores mexicanos fueron llamados directamente a Venezuela por la cúpula de Nicolás Maduro, de acuerdo con una de las fuentes convocadas, para tratar este asunto.
El diputado venezolano de oposición, Freddy Superlano, presidente de la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional, también abandonó Caracas un par de días para ingresar una denuncia formal en mayo de este año por este fraude en la leche en polvo ante la Procuraduría General de la República (PGR) ubicada en la Ciudad de México, simplemente para exigir justicia.
¿Cómo puede ser justo que se elabore leche en polvo falsa en México, que cuenta con los permisos para comercializarse y que nadie termine sancionado por este fraude? Mucho más cuando hablamos de que son millones de venezolanos, precisamente los más pobres, quienes tienen acceso a este alimento”, reclamó el diputado.
La crisis económica, la inseguridad y la escasez de alimentos en 2017 —año en que se comercializó la leche falsa hecha en México en las cajas CLAP— llevó a Venezuela a convertirse en el cuarto país con mayor número de solicitudes de asilo en todo el mundo, sólo por debajo de naciones en guerra como Afganistán, Siria e Irak, de acuerdo con la ONU.
Es sumamente grave que mientras en Venezuela hay una población orillada a un éxodo masivo, los empresarios mexicanos y el gobierno de Maduro se están enriqueciendo con la distribución de alimentos falsos”, denunció Superlano.