¿De qué trata “El poder: historias de familia”, el libro que llevó a “El Mayo” Zambada a pactar su última entrevista?

Ismael Zambada García pidió a la periodista María Scherer que le firmara el libro de su padre, Julio Scherer

infobae.com

“El poder: historias de familia”, obra publicada en 1990 por el periodista mexicano Julio Scherer García, volvió al centro de la atención pública cuando Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, solicitó a María Scherer, hija del autor, que le dedicara un ejemplar del libro. Este gesto marcó el inicio de una serie de intercambios que finalmente llevaron a la periodista a realizar una entrevista inédita días antes de la captura del capo y que recientemente fue publicada.

El libro, que se convirtió en una obra clave del periodismo mexicano, documenta cómo durante el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el gobierno utilizó recursos públicos para sobornar a periodistas y controlar la narrativa mediática.

En particular, Julio Scherer García describe el uso de una partida secreta gestionada por el extinto Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) para financiar pagos a periodistas, directores de medios, caricaturistas y otros actores del gremio, asegurando su lealtad o silencio.

La obra no solo denuncia estas prácticas, sino que también ofrece una mirada crítica sobre el impacto que tuvieron en la credibilidad de la prensa mexicana y en el debilitamiento de la democracia. En sus 128 páginas, Scherer disecciona cómo las esferas del poder político, económico e incluso criminal se entrelazaban para perpetuar un sistema de corrupción y control.

La dedicatoria

Esta foto fue compartida porEsta foto fue compartida por el semanario en donde se muestra una pintura del periodista Julio Scherer y Ismael El Mayo Zambada, misma que está en la casa del narcotraficante. Según el líder criminal, la pintura se la regaló un amigo. Foto: Revista Proceso

Según ha contado la propia María Scherer, el acercamiento entre “El Mayo” Zambada comenzó cuando Jorge Carrasco, director de la revista Proceso, entregó a la periodista un ejemplar de “El poder: historias de familia” con un mensaje claro: Zambada deseaba que ella firmara el libro. Pese a la sorpresa y el desconcierto inicial, María Scherer escribió la siguiente dedicatoria: ”Para Ismael Zambada, en memoria de su encuentro con mi padre, un hito del periodismo mexicano. María.

Este intercambio revivió la relación simbólica entre Zambada y los Scherer, marcada por la histórica entrevista que Julio Scherer realizó al narcotraficante en 2010 y que fue publicada en Proceso. En aquella ocasión, Julio Scherer se adentró en las montañas de Sinaloa para reunirse con el líder del Cártel de Sinaloa, en un encuentro que expuso a “El Mayo” como una figura clave del narcotráfico mexicano, pero también como un hombre con una perspectiva particular sobre su papel en la violencia del país.

La dedicatoria firmada por María Scherer abrió la puerta también a que el veterano capo propusiera un nuevo encuentro, esta vez con la hija del periodista, mismo que se concretaría dos semanas antes de la caída del narcotraficante mexicano.

De la crónica al encuentro

María Scherer entrevistó a ElMaría Scherer entrevistó a El Mayo Zambada dos semanas antes de su captura. (Gobierno de EEUU/Captura de pantalla)

Siguiendo los pasos de Julio Scherer, María se adentró en un entorno similar al que su padre enfrentó 14 años antes: un viaje a la sierra sinaloense, escoltada por intermediarios y conducida a un lugar remoto, donde finalmente se encontró con Ismael Zambada García. Durante la entrevista, el capo habló sobre su vida, su familia, su salud y su percepción del narcotráfico en México, mientras eludía algunas de las preguntas más incisivas.

Durante la conversación, el líder del Cártel de Sinaloa habló de su infancia y sus padres, recordando cómo creció junto a sus hermanos en el monte sinaloense. También compartió detalles sobre su estado de salud, revelando que sufría de diabetes y que había pasado por múltiples operaciones tras fracturarse el fémur. Aunque mostró cierta apertura en cuestiones personales, evitó responder con claridad algunas preguntas sobre su papel en el narcotráfico y las víctimas de la violencia en el país.

Zambada negó cualquier implicación directa con el tráfico de fentanilo, afirmando que no poseía laboratorios ni “tienditas” en Sinaloa, a pesar de los reportes que señalan lo contrario. En cuanto a la estrategia de “abrazos, no balazos” del expresidente Andrés Manuel López Obrador, expresó su apoyo a la idea de evitar los enfrentamientos armados.

También habló de su familia, confesando que extrañaba profundamente a su hijo Vicente Zambada Niebla, conocido como “El Vicentillo”, quien se convirtió en testigo protegido en Estados Unidos y quien le mandó diversas piezas de arte y cartas.

Durante las ocho horas que pasaron juntos, “El Mayo” intercambió diversas anécdotas, sin embargo, cuando el diálogo tocó temas sensibles como la violencia que genera el narcotráfico y la relación entre los cárteles y el gobierno, el capo mantuvo respuestas evasivas o monosilábicas. Finalmente, recorrieron su rancho, incluyendo un cementerio familiar, donde reflexionó brevemente sobre la muerte y su vida al margen de la ley.

                                                         
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