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CIUDAD DE MÉXICO.
Una Margarita Zavala tensa y muy nerviosa, un Andrés Manuel López Obrador bastante despreocupado, un Jaime Rodríguez Calderón agresivo, un Ricardo Anaya con un guión muy bien estudiado y un José Antonio Meade apegado a su libreto son parte de los mensajes no verbales que enviaron los candidatos presidenciales en el primer debate que se llevó a cabo ayer.
En cuanto a su vestimenta, salvo Margarita Zavala que combinó un traje sastre cuello V con una blusa del mismo tipo de cuello, todos los aspirantes presidenciales usaron un atuendo apropiado para la ocasión.
Miriam Cervantes, fisonomista con especialidad en lectura de rostro, grafología e imagen corporal, analizó para Excélsior el lenguaje no verbal de los cinco candidatos durante el debate.
RICARDO ANAYA
Candidato de la coalición Por México al Frente
La sonrisa constante de Ricardo Anaya es una muletilla no verbal que utilizó durante el debate cuando le lanzaron preguntas álgidas a las que ya tenía una respuesta. Un constante parpadeo delató su personalidad nerviosa, a pesar de ello aprendió muy bien su guión. “Se nota que se aplica mucho en saberse el guión al ciento por ciento, pero esta tensión nerviosa la vemos en el cuerpo, se mantiene muy erguido y hay un parpadeo continuo en cada una de sus palabras”, destacó la experta.
AMLO
Aspirante de la coalición Juntos haremos historia
La postura de López Obrador en el debate fue demasiado holgada, en ciertos momentos se le vio con los hombros caídos. La distracción al buscar entre sus documentos fue otra de las características de su lenguaje no verbal. “En su lenguaje no verbal lo vimos bastante despreocupado, muy tranquilo, con posturas evasivas al cruzar los brazos, así como de protección en ciertos momentos en los que se encorvaba y también se mostraba distraído buscando entre sus papeles”, dijo la especialista.
MARGARITA ZAVALA GÓMEZ DEL CAMPO
Candidata independiente
La tensión de Margarita Zavala durante el debate presidencial fue evidente cuando elevaba su tono de voz, así como por la falta de flexibilidad en sus movimientos. Y ésta se incrementó cada que se mencionó a su esposo, el expresidente Felipe Calderón. “Mantenía la tensión en sus hombros y en su cara, y cuando se mencionaba a su marido se notaba que tensaba mucho más el cuello, también elevaba el tono de voz, como si estuviera regañando, y en sus movimientos no se veía flexibilidad”, describió Cervantes.
JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN
Aspirante independiente
El Bronco fue el único que se movió de su lugar en el debate, invadiendo el espacio de otro candidato, lo que dejó ver la intimidación constante que imprimió con su lenguaje no verbal. El señalamiento con el dedo y ponerse de lado para hablar directamente fueron otras de las acciones que demostraron su agresividad. “Fue agresivo e invasivo y usó mucho el tono de burla y sarcasmo, tanto con el lenguaje corporal como con sus ademanes, así como en el énfasis en sus gestos, sobre todo con la parte del ceño y las cejas”, explicó.
JOSÉ ANTONIO MEADE
Abanderado de la alianza Todos por México
De manera constante, Meade realizó movimientos con la mano derecha al hablar, lo que indica que daba continuidad a lo que decía, como si lo estuviera leyendo, pero sin interpretarlo. El pestañeo y el levamiento de cejas fue otra de las constantes. “Parecía más como si estuviera dando una clase que como si estuviera en un debate, no se le vio mucho movimiento corporal, ni gesticulación intensa, es más como si estuviera dando un reporte o un discurso lineal porque no había conexión entre sus palabras y movimientos”, indicó.