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CIUDAD DE MÉXICO.
Los cuatro candidatos presidenciales protagonizaron anoche su último debate, en el que detallaron propuestas, hicieron bromas, expresaron ocurrencias, cruzaron acusaciones y se confrontaron en temas como subsidios a gasolinas, refinerías, Reforma Educativa y Seguro Popular.
Andrés Manuel López Obrador respondió a los señalamientos que le formularon sus contrincantes, entre ellos los nexos de sus colaboradores con Odebrecht y la asignación directa de contratos a conocidos. Tras el debate, llamó a sus seguidores a convencer a los indecisos.
La labor de los moderadores obligó a que los candidatos detallaran sus respuestas a las preguntas que la ciudadanía envió vía redes sociales.
Algunas de las propuestas más destacadas fueron la cancelación de la Reforma Educativa y pelear por mantener el TLC, de López Obrador; la reducción del precio de las gasolinas y duplicar el salario mínimo, de Ricardo Anaya; el diálogo con los maestros disidentes y la ampliación de cobertura en materia de salud, de José Antonio Meade.
El Bronco planteó aumentar de 10 a 15% el reparto de utilidades y reducir la jornada laboral a las mujeres.
Marcan debate acusaciones y bromas
En el tercer y último encuentro se viven momentos de tensión entre los aspirantes; se registran al menos 15 ataques en Mérida
Los cuatro candidatos presidenciales protagonizaron anoche el tercero y último debate, en el que hicieron bromas, expresaron ocurrencias, se escucharon revelaciones, como que la familia de Javier Jiménez Espriú es socia en México de Odebrecht, y se contrapuntearon en subsidios a gasolinas, refinerías, reforma educativa y Seguro Popular, aderezadas con 15 acusaciones entre ellos.
Esta vez con un formato en el que estuvieron sentados en una mesa de medio círculo, frente a los tres moderadores, que desde el primer momento tuvieron también un importante protagonismo, al grado de consumir hasta cuatro minutos en hacer una pregunta e interrumpir frecuentemente a los candidatos para obligarlos a responder las preguntas directas, el último debate presidencial del 2018 permitió escuchar decenas de propuestas concretas por parte de los cuatro aspirantes presidenciales.
Un encuentro en que los moderadores insistieron en que los candidatos explicaran de dónde saldrá el dinero para cumplir sus ofrecimientos; un encuentro que terminó con una distancia evidente entre Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, pues el líder de Morena no se despidió de él, aunque sí de José Antonio Meade, Jaime Rodríguez y los tres moderadores.
Pero fueron tres los momentos de mayor tensión que se vivieron a lo largo de las dos horas del debate presidencial, desarrollado en la Ciudad de Mérida.
“Contesta sin chistes, sin payasada, sí o no, cuando fuiste Jefe de Gobierno, a Rioboó le entregaron contratos, por asignación directa, sin licitación, sin concurso, por 170 millones de pesos”, le pidió Anaya a Andrés Manuel López Obrador.
—No tiene sentido lo que planteas, te digo que no, yo no soy corrupto; a mí me…
—¿Y si te lo demuestro, renuncias a la candidatura?
—No, no, no, no.
—¿Si te presento los contratos, renuncias a la candidatura?
—Nosotros no somos corruptos como tú.
—¿Si te presento los contratos, renuncias a la candidatura?, insistió Anaya, quien de esa forma acallaba la voz de López Obrador. Fue necesario que Carlos Puig, uno de los moderadores, llamara al orden a Anaya y le pidiera que por respeto a la gente que mandó las preguntas, le pidió que regresaran al tema.
El segundo momento que generó tensión fue cuando José Antonio Meade acusó a Ricardo Anaya de mentir, al referirse a una resolución judicial que lo exculpa del enriquecimiento ilícito en que está involucrado, pues se trata del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que es sólo en materia electoral, no se refiere al tema penal.
“La sentencia penal le va a llegar y le va a llegar acusatoria”, dijo Meade.
Anaya acababa de advertirle que José Antonio Meade y el presidente Enrique Peña Nieto serán enjuiciados, si él gana las elecciones, pues mostró un decreto, con la firma de Meade y expresó que “te implica a ti directamente en el último gran escándalo de Odebrecht”.
“Y en el tema de Odebrecht la pregunta no debe ser para mí, Ricardo, debía ser para Andrés Manuel, porque el socio de Odebrecht en México es la familia de Jiménez Espriú, a quien Andrés Manuel ha propuesto como su secretario de Comunicaciones y Transportes, por cierto, no va a llegar, porque no va a ganar”.
Y el tercer momento fue protagonizado otra vez por Ricardo Anaya, y nuevamente con Andrés Manuel López Obrador, casi al final del debate, cuando el panista interrumpió el derecho de réplica del morenista, justo cuando mostraba una fotografía de Ricardo Anaya, caminando con el presidente Enrique Peña Nieto y expresó que ese es el verdadero pacto.
—Aquí hay fotos tuyas con Peña, mira, le dijo Anaya
—Mira. Sí, en el debate. Yo no he visto a Peña en seis años, respondió López Obrador.
—Aquí estás con Peña, insistió Anaya.
— ¿Puedo terminar?, preguntó Andrés Manuel.
—Candidato Anaya, lo reconvino el moderador, quien le recordó que era el tiempo de la réplica de López Obrador.
—Él pactó con Peña, insistió Anaya, quien de esa forma ignoró al moderador.
—No lo he visto en seis años, añadió López Obrador
— ¿Pactaste con él, sí o no?, inquirió Anaya
—No, contestó tajante AMLO.
También hubo otras acusaciones que aunque no se abundaron, sí se sembraron. José Antonio Meade aseguró que “aquí el único que está indiciado es Ricardo” y luego pidió que se investigue la forma en que Morena creó un fideicomiso, supuestamente para apoyar a los damnificados de los terremotos del año pasado, pero se utilizó para pagar a los promotores del voto de su campaña.
Ataques directos
Pero así como hubo 15 ataques directos, por sus pasados y relaciones políticas, en el debate también hubo momentos de relajación, con chistes y ocurrencias, como cuando Jaime Rodríguez Calderón preguntó a López Obrador si esta vez traía la imagen de Elba Esther Gordillo en su cartera, en clara alusión a un meme famoso, originado durante el segundo debate.
“Esta vez no la traje, por precaución”, respondió López Obrador, quien evidentemente se refería a la cartera.
Esta vez, El Bronco no les pidió que se abrazaran; ahora les invitó a que se dieran un beso.
Otro de los momentos de risa entre los candidatos fue cuando Jaime Rodríguez reveló que tiene su propio FBI, que es el Facebook Bronco Investigation, para conocer el sentir de la población.
Cuando el moderador Leonardo Curzio le preguntó a El Bronco quién se va a encargar de mochar las manos de los corruptos, que fue su propuesta durante el primer debate.
“¿Quiénes serán los verdugos mochamanos?, ¿los amputadores nacionales”, le preguntó el periodista y el candidato aseguró que será la decisión de un tribunal.
José Antonio Meade fue el único que hizo referencia al Mundial de Futbol y a la selección nacional. Primero, cuando la moderadora Gabriela War Kentin le preguntó qué opinaba de que el gobierno federal no hubiera pedido la ratificación del acuerdo internacional para proteger a las trabajadoras domésticas, y luego cuando sólo tuvo dos segundos para una réplica.
Los momentos de ataque frontal fueron diversos, algunas veces acompañados con fotografías, o como hizo José Antonio Meade, que presentó la carátula de una supuesta película La Gran Depresión 2018-2014, que no se verá en México, que sólo la verá López Obrador, porque volverá a perder la Presidencia de la República.
O cuando José Antonio Meade aseguró que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México fue un fracaso, porque entre otros problemas, se generaron 370 mil nuevos pobres.
López Obrador mostró una sonrisa y le contestó que es evidente que está muy desesperado. Que Meade y Anaya están desesperados, porque están empatados hasta abajo de las encuestas y creen que con este debate y sus ataques van a remontar los 30 puntos que les lleva a ambos.
Y cuando Meade acusó que en su gobierno capitalino también se perdieron empleos, López Obrador aseguró que si eso fuera cierto, los habitantes de la Ciudad de México no lo respaldarían y le recordó que “modestamente” la intención del voto es de cuatro por uno en su favor entre los capitalinos.
Jaime Rodríguez aprovechó varias ocasiones para pedir a la población que ya no vote por los partidos políticos, representados por Anaya, Meade y López Obrador, a quienes llamó “tercia maldita”.
Pero además de estos ataques, el debate permitió por primera vez que los cuatro contendientes contrapuntearan sus visiones en cuatro temas: educación, subsidio a gasolinas, refinerías y Seguro Popular.
AMLO planteó que va a cambiar la esencia de la Reforma Educativa y ante la insistencia de la moderadora, aceptó que la va a cancelar, porque castiga a los maestros, los humilla y los reprime.
“Nos vamos a poner de acuerdo con maestros, con padres de familia, con especialistas (…) vamos a elaborar un plan educativo nuevo para mejorar de verdad la calidad de la enseñanza, sin afectar los derechos laborales del magisterio. (La evaluación) está utilizada, que fue el eje de esta mal llamada Reforma Educativa, está siendo utilizada con propósitos persecutorios; eso no funciona. Antes de evaluar hay que capacitar y también hay que incentivar, convencer, concientizar. No imponer.
“Para que quede claro. Voy a utilizar mis facultades como titular del Ejecutivo, tengo que enviar la iniciativa al Congreso, pero a lo que nosotros corresponde políticamente, la decisión que hemos tomado es que se cancela la mal llamada Reforma Educativa, que no es en realidad una Reforma Educativa”, expresó.
De inmediato, sus adversarios políticos marcaron sus diferencias.
José Antonio Meade dejó en claro que mantendrá la Reforma Educativa, y se colocará como aliado de los maestros, a quienes ofreció aumentar el salario y mantener los vínculos junto con el Partido Nueva Alianza.
Advirtió que cancelar la Reforma Educativa es cancelar el futuro de millones de niñas y niños; es impedirles la mejora de su preparación.
Ricardo Anaya también dijo que el camino no es la cancelación de la Reforma Educativa, sino su mejora; que en efecto, la evaluación no debe usarse como castigo a los maestros, pero es necesario mejorarla para que ayude a la superación de los profesores.
Como Meade, Anaya y Jaime Rodríguez aseguraron que cancelar la Reforma Educativa provocará que nuevamente se hereden y vendan plazas de los maestros, Andrés Manuel López Obrador dijo que el único que vende plazas en la educación es el actual secretario (Otto Granados).
Las gasolinas
El segundo tema que generó la diferenciación entre sus puntos de vista fue el precio de las gasolinas. Ricardo Anaya insistió que de ganar bajará el precio al reducir el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS), pero José Antonio Meade le comentó que los precios de la gasolina se elevan por efectos internacionales, no por el impuesto, cuya carga no es tan alta.
A pregunta expresa, López Obrador refrendó que habrá subsidios a las gasolinas y cuando el moderador le comentó que de acuerdo con los especialistas eso no es recomendable, porque genera mayores problemas de contaminación, explicó que entonces se fomentarán las energías limpias del viento y el aire, pero admitió que la propuesta no está en su programa de trabajo. José Antonio Meade comentó que los subsidios a las gasolinas no son ni fiscal ni ecológicamente aceptables.
Y derivado del tema de las gasolinas, López Obrador insistió en que México gasta mucho dinero en la importación de gasolinas, porque se dejaron de construir refinerías y las actuales se abandonaron. Anaya le recordó que construir una refinería es muy caro y apostar por eso es una locura, ya que en el momento en que empezara a funcionar, pues los combustibles fósiles ya no serán una alternativa, sino que ya para entonces serán las energías limpias las que predominen.
Seguro popular
El Seguro Popular también fue tema que generó la opinión de todos los candidatos y permitió el intercambio de ideas, pues López Obrador dijo que se trata de una farsa, porque “ni es seguro ni es popular” y se tendrá que mejorar el servicio, con medicinas garantizadas, gratis, para toda la población.
Habló de los actos de corrupción que hay en el sector, que carece de medicamentos y donde los pacientes esperan largo tiempo. Insistió que la solución a esos problemas es combatir la corrupción y con ese dinero alcanzará para cubrir las necesidades y permitir un sistema de salud eficiente.
“Voy a usar la réplica para decirles que mientras les quiere quitar el Seguro Popular, se trae a su doctor de Miami para que lo revise cada 15 días, pero lo voy a usar nada más para hacer cuentas y sólo hay que aprender a contar hasta cinco. El presupuesto tiene cinco millones de millones de pesos; 1.5 se lo damos a los estados y municipios en aportaciones; 1.5 es el costo de la deuda y pensiones; uno al IMSS, ISSSTE y Seguro Popular y Pemex; uno, gobierno federal. No hay manera, no le salen las cuentas”, respondió Meade.
Al hacer referencia al tema de ciencia y tecnología, ninguno mostró conocimientos profundos, más allá de la generalidad de invertir más dinero y fomentar más la asociación entre las universidades y el sector privado; López Obrador aprovechó para anunciar que su propuesta como nueva directora del Conacyt es la ecóloga María Elena Álvarez Buyllá, a quien presentó como biotecnóloga.
Pero el tema de la ciencia les permitió hablar de conectividad y la necesidad de que absolutamente todos los mexicanos tengan el equipo necesario. Ricardo Anaya y José Antonio Meade ofrecieron entregar a todos los estudiantes un equipo que les permita estar conectados todo el tiempo.
Mensaje final
Durante el cierre del debate, cada uno de los cuatro tuvo oportunidad para el mensaje. López Obrador llamó a que los votantes no tengan miedo, que lo ayuden a sacar a México del atraso “generado por el mafia del poder, el PRIAN”, los invitó a hacer historia, a fin de construir una auténtica democracia .
Jaime Rodríguez habló de las encuestas sobre las elecciones y sobre el Mundial de Futbol, y dijo que los resultados reales no se saben hasta que ocurran; “vota Bronco, quítate la pata del pescuezo; atrévete a ser valiente y decide que ya jubilemos a estos tres personajes”.
José Antonio Meade expresó que “México va a crecer, que vamos a acabar con la pobreza de los niños; que le vamos a dar mejores oportunidades a las mujeres, que se va a generar más empleo y que va a estar mejor pagado; en pocas palabras que ustedes progresen y vivan más seguros y vivan mejor; en un día van a votar por seis años; hay que reflexionar el voto y yo les pido un voto de confianza para ser su Presidente, para trabajar en equipo con sus familias y garantizar el futuro de sus familias”.
Y Ricardo Anaya expresó que “mucho más de la mitad del país ya no quiere saber del PRI y la gran mayoría tampoco quiere saber nada de López Obrador. No se trata de votar por lo que nos divide, sino de votar por lo que nos une como mexicanos. Yo quiero un México en el que el gobierno se conduzca con honestidad. Quiero un México con gobernantes a la altura de la mamá y el papá, que se quitan el pan de la boca para dárselo a sus hijos”.