Por Mauricio Lira Camacho
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¡Las letras se caen!.
Pésimo material.
Desastre total con las letras de bienvenida a Puerto Vallarta ¡se desomoronan!.
Lo que parecía haber sido en principio una buena idea, resultó un desastre, hoy en día ese atractivo cae, ante la vista de todos.
A la entrada a Puerto Vallarta, casi a la altura del crucero de la delegación de Las Juntas, el hotelero Juan Velas, orquestó hace casi dos años que hubiera algo emblemático y se pensó en colocar unas letras vistosas con el nombre de Puerto Vallarta.
El objetivo era contemplar todo un proyecto ejecutivo integral que le permitiera a los visitantes tomar fotografías en el lugar y que, de esta manera como en otras ciudades y puertos del país, los lugares se promuevan de boca en boca.
Lamentablemente el proyecto nació mueeto, sin directriz ni visión.
Este proyecto integral contemplaba una glorieta con cajones de estacionamiento ideales que le permitan a los viajeros bajar y tomarse fotografías en las letras ubicadas justo en la curva.
Además de dejar de manera digna el lugar donde las letras llenas de luz y seguridad, y un espacio para locales comerciales o de venta de personas interesadas.
Sin embargo con el paso del tiempo, el lugar se fue deterieorando ello tomando en cuenta que dos de los tres puntos no se cumplieron.
La proyección y ejecución de la misma obra fue de mal en peor, fue un trabajo cuyo encargo salió pésimamente elaborado.
Sobre la marcha se fue improvisando, al grado que hoy las letras se caen.
El material que se usó fue de pésima calidad.
Hoy en día hay reportes que jóvenes visitantes suben a las letras y rompen la estructura de varias de esas.
Otros indican que muchos jóvenes son sorpendidos en el momento en el que se llevan ciertas piezas, como recuerdo de este ícono de atractivo turístico.