Por Paty Aguilar
Vivales se están aprovechando de la conocida tranquilidad de un pueblo como lo es San Juan de Abajo, Bahía de Banderas, Nayarit, donde casi todos se conocen entre sí, sin embargo, esta tranquilidad que solo se altera por cuestiones políticas en tiempos electorales, hoy resiente las prácticas del crimen, se podría decir organizado, pero a nivel local y al parecer les está funcionando porque las quejas por robo en motocicletas se sigue dando y las llamadas de extorsión desde celulares también, como recientemente ocurrió en esta comunidad.
Ante el delegado municipal de esta comunidad, Cruz Zepeda, se acercó un vecino de este poblado para de manera verbal hacerle un reporte sobre lo que en ese día le había ocurrido con su hija. En algunos minutos narró lo que con mucho miedo había padecido y es que recibió una llamada por celular donde le indicaban que su hija la tenían secuestrada y que debía depositar dinero a cambio de su vida, de dejarla libre, durante la llamada una mujer lloraba diciendo papa sálvame, dales lo que te piden.
Confeso que si sintió mucho miedo, les dijo a los extorsionadores que no tenía dinero, le pidieron que lo consiguiera, que fuera a pedirles a los vecinos, que si no depositaba dinero jamás volvería a ver a su hija.
Sin embargo, este señor, platicó al delegado, que días antes su hija había sufrido un asalto cuando apenas iba saliendo del IMSS de San Juan de Abajo. Resulta que un par de sujetos montados en una motociclista al pasar junto a ella, le arrebataron la bolsa, pero también le dieron un golpe en la cabeza, quizá para evitar al mismo tiempo que los viera o los pudiera identificar, y aunque esto ocurrió delante de otros derechohabientes, lo que pasó fue que solo pudieron atinar a decir que era una moto negra con dos sujetos, esto por la rapidez de cómo realizaron este atraco.
Así que este hecho reciente y la llamada de extorsión que recibió este padre de familia sobre lo que le ocurrió a su hija, lo puso muy asustado, muy nervioso y preocupado, motivo por el cual, decidió comunicarlo al delegado, darle el numero desde el cual le llamaron para que a su vez informara a la comunidad sobre estos hechos y tomen sus propias medidas preventivas. A partir de esta llamada, según comentó el señor, ya no contesta a números que no tenga en su lista de contactos.