Actualidad.rt.com/ La crueldad del narcotráfico en México ha sido expuesta por la Fiscalía General del estado de Tabasco (FGE), quien alertó a la ciudadanía sobre la aparición de antropofagia o canibalismo como parte de una práctica entre jóvenes delincuentes que quieren pertenecer al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones más sanguinarias de la República Mexicana.
Esta noticia trascendió el pasado 21 de junio, luego de que la FGE detuviera y vinculara a proceso judicial a doce sujetos relacionados con el homicidio de cinco personas en el mercado de autos Aladino, ubicado sobre el Periférico de Villahermosa, en Tabasco, donde tres de las víctimas fueron decapitadas y dos degolladas. La escena fue rotulada con una manta amenazante que dejaron en el sitio los integrantes del CJNG.
Luego de esta aterradora escena, que tuvo lugar el pasado 22 de mayo, la Fuerza de Reacción Inmediata Mixta (FRIM) de Tabasco siguió la pista de los delincuentes hasta el municipio de Nacajuca, en el mismo estado, donde fue hallado otro cuerpo desmembrado con la leyenda: «Esto me pasó por rata y pedir cuota… Todos los Zetas, CDG [Cartel del Golfo], extorsionadores y quienes ayuden así van a terminar. Ya empezó la limpia».
El pasado 29 de mayo, un convoy de elementos del Ejército mexicano fue atacado por integrantes del CJNG, un claro indicio para las autoridades judiciales que, con el apoyo de la Armada, detuvieron a los doce presuntos narcotraficantes, uno de ellos de origen guatemalteco y los demás mexicanos.
Los homicidios fueron confirmados por el titular de la FGE, Fernando Valenzuela Pernas, quien destacó que la investigación avanzó gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad y a los testimonios de dos de los jóvenes aprehendidos, quienes además eran menores de edad, que fueron obligados a comer carne humana como parte de un rito de iniciación de la organización criminal.
Los adolescentes, de 16 y 17 años de edad, aseguraron que después de haber torturado al sujeto, lo descuartizaron y, posteriormente, guardaron sus restos en un refrigerador, de donde tomaban los brazos y después el resto de las extremidades para consumirlas una a una.
La FGE aseguró en un comunicado que «los dos menores fueron presentados ante la Agencia Especializada para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal (AMPEA) y vinculados a proceso por el delito de portación y posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacional».