La relación entre salarios o ingresos y gastos no siempre tiene saldos positivos para los jóvenes mexicanos
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Ser joven y no tener dinero es algo cómún, mientras algunos logran trabajar y estudiar al mismo tempo, sigue siendo un sector de la población que enfrenta situaciones complejas en contextos que en ocasiones son adversos, y que buscan ser evaluados a través del Día Internacional de la Juventud, declarado así el 12 de agosto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con este organismo internacional, actualmente en todo el planeta la mitad de las personas tiene 30 años o menos, y se prevé que para 2030 este sector de la población representará el 57 % de la población.
En México, hay 50 millones de personas menores de 30 años, que son el grupo de edad que enfrenta un cúmulo de adversidades que van desde tener trabajo con una baja remuneración hasta lidiar con los efectos de la pandemia de Covid-19, al ser uno de los sectores que más contagios registraron.
Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2022, los ingresos monetarios en este sector de la población han aumentado, pero siguen siendo precarios en comparación con sectores como el de 30 a 39 años de edad.
Por ejemplo, la encuesta señala que el ingreso promedio trimestral en el sector de 12 a 19 años es apenas de 6 mil 532, una variación positiva de apenas mil 128 pesos en un periodo de seis años.
Para el sector de 20 a 29 años, el avance no es más alentador, pues pasó de 20 mil 736 a 22 mil 181 del año 2016 a 2022, lo que es un avance de apenas mil 445 pesos.
Pero la encuesta del INEGI revela otro problema aún mayor, pues se destacó que entre los jóvenes, las mujeres tienen una percepción de ingresos inferior a la de los hombres, con diferencias aproximadas de 7 mil pesos.
Según la encuesta, para el año del levantamiento, 2022, la diferencia en los ingresos promedio trimestrales en la población de 20 a 29 años es de 7 mil 260, pues mientras los hombres perciben 25 mil 511, las mujeres obtienen 18 mil 251.
Los datos dejan ver que mensualmente, los jóvenes ganan en promedio 7 mil 393 al mes, en un contexto en el que, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), una canasta básica tiene un costo máximo de mil 019 y un mínimo de 821.10.
Otra encuesta del INEGI, de Ocupación y Empleo dada a conocer hace unos meses, dejó ver que este sector cuenta con una reducción en la población desocupada, al menos en el sector que va de los 15 a los 24 años de edad, pasando de 667 mil 870 en la encuesta de junio de 2022 a 503 mil 436 en el levantamiento de junio de este año.
Esto nos da una diferencia de 164 mil 434 jóvenes que ahora encontraron trabajo, es decir, hay más personas de este sector ocupadas, aunque sus ingresos pueden no ser suficientes para cubrir sus gastos.
Y es que a esto se suma el gasto que los jóvenes podrían estar realizando para la renta de una propiedad, que de acuerdo con la ENIGH 2022, los ingresos por concepto de alquiler pueden ser de hasta 7 mil 540 en el ámbito urbano y de 4 mil 169 si se trata del ámbito rural.
Mientras que la Encuesta de Necesidades de Crédito y Vivienda de 2022, durante el primer trimestre de 2022, un 22.3 % de la población dijo rentar una vivienda, para lo cual destinaron un presupuesto cercano a los 3 mil 348 pesos.
La encuesta encontró que este monto varía dependiendo los ingresos que se tienen, y el rango presupuestal más bajo es de entre mil 800 y los 2 mil pesos, mientras que en uno de los más altos asciende a más de 6 mil pesos.
De esta forma, el promedio de pago mensual quedaría en 3 mil 100 pesos para el caso de los hombres y en 3 mil para el pago de las mujeres. Esta cifra acapara casi la mitad de los ingresos promedio declarados por los jóvenes menores de 30 años,
