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COLIMA, Col. (proceso.com.mx).- El diputado federal priista Carlos Barragán Amador, representante de un distrito del estado de Puebla, resultó herido de bala en una pierna la noche del sábado, tras una discusión con varias personas afuera de un restaurante en la ciudad de Manzanillo.
De acuerdo con el parte de la Dirección de Seguridad Pública (DSP) del ayuntamiento de ese municipio, a las 22:25 horas fue recibida una llamada anónima mediante la que se informó que una persona se encontraba lesionada por impacto de arma de fuego en el bulevard Miguel de la Madrid, Playa Salahua, a la altura del restaurante Bigotes.
Ante la tardanza de la ambulancia de la Cruz Roja, el legislador Barragán Amador fue trasladado a bordo de una unidad de la Policía Municipal a la clínica 10 del Instituto Mexicano del Seguro Social para su atención médica.
Respecto de la forma como ocurrieron los hechos, la DSP reportó: “Los testigos señalaron que la persona agredida se encontraba visiblemente bajo los efectos del alcohol molestando a una pareja, misma que fue defendida por un tercero que los acompañaba, quien utilizó un arma de fuego con la cual se suscitó un disparo, mismo que rozó la pierna izquierda del afectado”.
La dependencia informó que después de la notificación del suceso, se inició el operativo correspondiente en busca de los agresores, quienes huyeron a bordo de una camioneta blanca.
Originario de Xicotepec de Juárez, Puebla, del que ha sido presidente municipal en dos ocasiones, el diputado Carlos Barragán es dueño de Carbasa Constructora SA de CV y Cafés Premier de Norteamérica SA de CV.
En su carrera política iniciada en 2004 también ha sido diputado local en dos ocasiones. Según publicaciones de la prensa local, este político se ha visto involucrado en algunos escándalos, como cuando siendo legislador estacionó su lujosa camioneta en el espacio destinado a personas con discapacidad en el Congreso del Estado.
En otra ocasión, de acuerdo con el portal digital Sexenio, desde la tribuna legislativa Barragán manifestó que para su trabajo como diputado no le alcanzaba su salario (80 mil pesos mensuales en promedio en aquel entonces), ya que tenía muchos gastos en su distrito; incluso se quejó de que los habitantes de la región le pedían dinero a cada rato para las fiestas patronales o para ayudar a un familiar enfermo.
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