CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- El diputado federal priista Ricardo Taja Ramirez y su hermano Javier, actual funcionario del gobierno de Héctor Astudillo Flores, junto a operadores financieros del exgobernador Ángel Aguirre Rivero procesados por el delito de fraude, desvío de recursos públicos y lavado de dinero, disfrutaron de la vida nocturna del puerto de Acapulco durante el periodo vacacional de diciembre y en la víspera del gasolinazo que desató la indignación nacional.
El pasado 27 de diciembre, los Taja -acusados públicamente por hacer negocios al amparo del poder con los hijos de Astudillo-, exhibieron fotografías en redes sociales posando con los hermanos Paulo Ignacio y Jorge Eduardo Hughes Acosta, ambos propietarios del antro Believe que se encuentra ubicado sobre la avenida escénica del principal destino turístico de la entidad.
En febrero de 2015, agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) detuvieron a Mateo Aguirre Rivero, su sobrino Luis Aguirre Pérez y siete integrantes del clan Hughes, encabezados por Víctor Hughes Alcocer -exsubsecretario de Finanzas durante la administración de Ángel Aguirre- por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, fraude y lavado de casi 300 millones de pesos que fueron desviados del presupuesto del estado de Guerrero.
El hermano del exgobernador Aguirre, su sobrino y los Hughes, entre ellos Paulo y Jorge, fueron recluidos en el penal federal del Altiplano y todos los procesados por el millonario quebranto al erario de la entidad se apegaron a los beneficios del nuevo sistema de impartición de justicia y salieron libres bajo caución entre octubre de 2015 y marzo de 2016, indican reportes oficiales de ese entonces.
Actualmente, los operadores financieros de Aguirre regresaron al puerto de Acapulco para seguir administrando sus negocios presuntamente obtenidos a través del desvío y lavado de recursos públicos, además de exhibirse públicamente con los hermanos Taja Ramirez, considerados como personajes del círculo más cercano del actual gobernador Héctor Astudillo.
La imagen de los Taja y los Hughes en el antro denominado Believe y que fue difundida en redes sociales en la víspera del incremento a los precios de los combustibles, refleja la indiferencia de la clase política y empresarial frente al drama que se vive en Guerrero y el resto del país donde la corrupción, impunidad y narcoviolencia tienen asfixiada a la sociedad.
El diputado federal priista Ricardo Taja Ramírez no sólo avaló la reforma energética impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, también votó en diciembre a favor de la liberación del precio de la gasolina en el Congreso de la Unión con sus homólogos del tricolor procedentes de Guerrero, entre ellos Julieta Fernández Márquez, esposa del exalcalde de Acapulco vinculado con el narco Manuel Añorve Baños.
Así como Silvia Rivera Carbajal, Salomón Majul González, Verónica Muñoz Parra, Beatriz Vélez Núñez y su apéndice priista, Arturo Álvarez Angli del Verde.
Por su parte, Javier Taja actualmente se desempeña como titular de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero (CICAEG), área considerada como clave por la cantidad de recursos públicos que se destinan para la rehabilitación y construcción de vías de comunicación que repercute directamente en el sector de la construcción donde se ha vuelto común en cada administración estatal el cobro de un porcentaje a los empresarios a cambio de beneficiarlos con obra pública.
En junio pasado, la zona conurbada del puerto de Acapulco fue tapizada con mantas donde acusan al diputado federal priista Ricardo Taja Ramírez de presuntos actos de corrupción, mismos en los que involucran a los hijos del gobernador Héctor Astudillo Flores y su secretario privado Pedro Ocampo Solís.
El mensaje fue colocado en puentes peatonales de las colonias Emiliano Zapata y La Garita, así como sobre la calle Cuauhtémoc, a la altura del punto conocido como Las Anclas y el mensaje textual decía:
“Diputado Ricardo Taja deja de andar diciendo que el gobernador te pide comisión y que tienes negocios con sus hijos, que la comisión la entregas a Pedro Ocampo y menos digas que estás enterado del problema que tuvo el gobernador con su hijo hace tiempo cuando llegaron a golpes. Ten palabra y no te escudes en eso para no cumplir con tus compromisos, atente a las consecuencias. Pedrito A”.
En respuesta, el mandatario estatal calificó las acusaciones contra sus hijos y su operador político como un chantaje, pero nunca identificó al responsable y se desconoce si procedió legalmente. Mientras que Taja simplemente hizo mutis.