CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Presuntos sicarios asesinaron la noche del martes a tiros al comandante y supervisor operativo Jesús Alberto López Vargas Splinter cuando salía de la sede de la Policía Municipal de Culiacán, Sinaloa, a donde acudió a realizar unas diligencias.
El atentado ocurrió alrededor de las 19:00 horas, a unos metros de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM), y a unas horas de que el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, se reuniera con el gobernador Quirino Ordaz Coppel, para afinar estrategias en materia de seguridad.
De acuerdo con reportes de la prensa local, López Vargas se encontraba en la Policía Municipal a donde había acudido a realizar unos trámites sobre un cambio para ser asignado a una sindicatura. Al salir, a bordo de una Cherokee blanca, fue interceptado por sujetos armados que viajaban en una camioneta Cheyenne gris y una Colorado tinta.
Frente a docenas de personas que circulaban por el lugar, los delincuentes empezaron a disparar al comandante con “cuerno de chivo”, y éste en un intento por salvar su vida dio reversa a la camioneta, pero fue atacado nuevamente en la esquina con la avenida Maravilla, frente a unos locales comerciales. Tras el ataque, los presuntos sicarios se dieron a la fuga.
Policías municipales que resguardaban los accesos a la corporación, nada pudieron hacer para ayudar a su compañero. Al lugar arribaron paramédicos de Cruz Roja que confirmaron el deceso de López Vargas.
Apenas el pasado 27 de enero el comandante Splinter había sido atacado, también, por un grupo armado cuando iba llegando a su domicilio. Alcanzó a entrar a su casa, y armado con un rifle “cuerno de chivo” hizo frente a los delincuentes, quienes huyeron sin herirlo.
Desde aquella ocasión se dijo que querían “levantarlo”, igual que a tres de sus compañeros.
Esta vez, López Vargas estaba desarmado y no pudo defenderse. El martes, había regresado a la Policía Municipal, después de haber solicitado unos días de permiso, según informó el Secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Víctor Hugo Sánchez Mendieta.
Precisó que el agente todavía no estaba trabajando en las calles, debido a que había pedido cambio a una sindicatura donde decía sentirse más seguro.
También comentó que el comandante acudió la tarde del martes a las instalaciones de la corporación para revisar su trámite, pero salió a realizar unas compras y fue cuando lo asesinaron. Había dejado sus armas de cargo que le habían sido devueltas el mismo martes.
Según Sánchez Mendieta, afuera de la SSPyTM hay cuatro cámaras de vigilancia, pero todas apuntan a la entrada del inmueble y no captaron el momento del atentado.
Con información de El Debate y Riodoce