La falta de educación en higiene bucal contribuye a una crisis sanitaria a nivel nacional, aunque la mayoría de enfermedades dentales son prevenibles
La salud integral de la población mexicana es un tema recurrente que año con año busca impulsarse para mejorar la condición sanitaria de la sociedad. Las campañas de salud abordan factores como la nutrición, el ejercicio, la salud mental y la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes. Sin embargo, un aspecto fundamental que a menudo es relegado a un segundo plano es la salud dental.
La falta de conciencia sobre la importancia de la salud bucal tiene consecuencias graves para la población, ya que es frecuente ver caries, enfermedades periodontales y hasta pérdidas de las piezas dentales.
La higiene deficiente y la ausencia de revisiones periódicas pueden derivar en enfermedades que, en muchas ocasiones, son prevenibles, pero la falta de información y la percepción de que la salud de los dientes no es prioritaria contribuyen a que millones de personas sufran afecciones que afectan su bienestar general.
Un 95% de la población en México con problemas bucales
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades bucodentales afectan a aproximadamente 3 mil 500 millones de personas en el mundo. El informe “El estado de la salud bucodental” (2022) estimó que dos mil millones padecen caries en dientes permanentes, mientras que 514 millones de niñas y niños presentan caries dientes temporales, coloquialmente conocidos como “de leche”.
De acuerdo con un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México se estima que el 95% de la población padece caries o enfermedades periodontales, la mayoría asociados al consumo excesivo de azúcares, la inadecuada higiene bucal y la falta de acceso a servicios odontológicos de calidad.
El director de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM, Francisco Javier Marichi Rodríguez, enfatizó que muchas veces no se les da importancia a los problemas de las encías, pero estos pueden atacar al hueso y a los nervios.
A diferencia de las caries, los padecimientos periodontales (de encías) no provocan dolor hasta que la infección se encuentra en etapas avanzadas, cuando ya está comprometida la estabilidad del hueso que sostiene los dientes, lo que provoca su movilidad y eventual pérdida.
Si bien la caries es una de las enfermedades bucales más temidas por la población, los daños derivados de las afecciones periodontales pueden ser aún más severos y difíciles de tratar.
Otro problema significativo es la relación entre la salud bucal y otras enfermedades sistémicas. Estudios han demostrado que las infecciones bucales pueden propagarse a otras partes del cuerpo, causando afecciones graves como la endocarditis bacteriana subaguda, que puede ser fatal en personas con antecedentes cardíacos. Además, las bacterias presentes en la cavidad bucal pueden afectar los pulmones, aumentando el riesgo de infecciones respiratorias. Estos datos subrayan la necesidad de considerar la salud bucodental como parte esencial del bienestar general.
Problemas como la caries, las enfermedades periodontales y la pérdida dental tienen un impacto económico considerable, tanto en el gasto familiar como en los recursos públicos destinados a su tratamiento.
El tratamiento de los padecimientos bucodentales es costoso y suele estar excluido de la cobertura sanitaria universal. Son resultado de diversos factores de riesgo modificables que también están asociados con numerosas enfermedades no transmisibles, como el consumo excesivo de azúcar, tabaquismo, ingesta de alcohol e higiene bucal inadecuada, precisa.
Importancia de la higiene bucal para la prevención
La prevención es la clave para reducir la incidencia de enfermedades bucodentales. La higiene adecuada y la adopción de hábitos saludables pueden prevenir la mayoría de los padecimientos orales. De acuerdo con la secretaria auxiliar de la dirección de la Facultad de Odontología (FO), Miriam Ortega Maldonado, es fundamental que todas las personas, sin importar su edad, realicen una limpieza exhaustiva de la cavidad bucal. Este cuidado debe incluir el cepillado de dientes, lengua y paladar, así como la utilización de hilo dental para eliminar los residuos en los espacios interdentales.
Se debe inculcar desde la infancia sobre la importancia de la higiene bucal. La UNAM recomendó que para los bebés se haga una limpieza con gasa húmeda después de cada alimentación para eliminar residuos de leche y prevenir infecciones. El resto de la población debe realizar el cepillado después de cada comida, ya que es el método más efectivo para evitar enfermedades como la caries y la gingivitis. Además, el uso de enjuagues bucales y visitas regulares al odontólogo complementan las estrategias de prevención.
La UNAM recalcó que la mayoría de las personas solo acuden al dentista cuando experimentan dolor o molestias, en algunos casos por el temor a los tratamientos odontológicos. Sin embargo, es importante hacerse revisiones periódicas para prevenir. En México, existen campañas de salud bucal en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de servicio accesible en las sedes del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
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