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El Bronco y sus “broncas” con la prensa

proceso.com.mx

MONTERREY 7 de agosto (apro).- Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, afirma que no está peleado con los medios de comunicación, y aunque recientemente pactó un álgido divorcio exprés con El Norte, por una nota en la que estuvo en desacuerdo, sostiene que está a favor de la libertad de expresión.

Al protestar por publicaciones que no le gustan, dice, ejerce su derecho a la réplica.

“Todos los medios y los periodistas tienen mi respeto. No hay de mi parte, ni habrá nunca, un rechazo a la libertad de expresión, tampoco intolerancia con un medio. Lo que sí habrá de mi parte es mi cuestionamiento al medio, cuando no esté de acuerdo en lo que publican. Es parte de mi derecho, es parte de la democracia en el mundo y en México, y esto no le hará daño a nadie, te lo puedo asegurar”, dice en entrevista.

Tras ventilar sus diferencias con el periódico regiomontano, El Bronco abrió otro frente de polémica con ciudadanos que se oponen al cambio de la estación Opus que, de transmitir música clásica en el 102.1 de FM, fue removido al 1510 de AM, una decisión que fue tomada por los inconformes como una degradación del espacio radiofónico.

Al respecto, el mandatario se defendió y volvió a cargar contra los medios que cuestionaron su decisión. Dijo que, como no le ha dado “un solo peso a las empresas de comunicación”, están celosas de que haya cambiado Opus a Radio Libertad, donde difundirá contenidos de su administración.

Y aclaró que no utilizará la estación para las grillas.

Noticias y críticas

En su campaña para la gubernatura de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón fue objeto de ataques por parte de las poderosas empresas Televisa, TV Azteca y Multimedios. Uno de los medios que observó con simpatía su candidatura fue El Norte.

Más de año y medio después de rendir protesta Rodríguez anunció que rompía relaciones con el periódico del Grupo Reforma, líder de su ramo en la entidad y que alguna vez fue visto como un aliado del independiente.

La causa de la separación, una nota que publicó el impreso de la familia Junco en la que señalaba que la difusión de la portada de una revista que mostraba su rostro a página entera, y la amplia difusión de esa imagen, en anuncios espectaculares, había tenido un costo de 7.4 millones de pesos.

El reporte no dice que la publicación la pagó el erario. Pero El Bronco asumió que El Norte “perversamente” daba a entender que la “campaña” la había sufragado el gobierno de Nuevo León, lo que representaba “una mentira” del diario, según acusó, por lo que decidió vetar al medio y explorar la posibilidad de demandarlo por difamación.

El lunes 26 de junio salió la nota principal de El Norte, que tenía como encabezado: “Cuestan $7 millones anuncios de Bronco”, en referencia al publirreportaje dedicado al nuevoleonés.

Ese mismo día el mandatario le reclamó a un reportero del medio regiomontano la publicación pues, afirmó, el erario estatal no había sufragado el reportaje que dio a conocer la revista AR. Sí supo con antelación, dijo, que iba a salir la publicación, y la aceptó porque no iba a tener ningún costo.

Irritado, le cuestionó al comunicador porque no lo habían buscado antes de dar a conocer la nota, para que diera su versión, y después determinó que ya no daría declaraciones a El Norte: “A partir de hoy cero noticias para El Norte, y cuando te vea a ti no te voy a decir nada, así que ponte unos tapones en las orejas. Siempre voy a estar preguntando, ¿dónde está el del periódico El Norte? Y te voy a decir: Oye, compadre, ¿te puedes ir?, porque tengo el derecho de decidir a quién le doy la información, ¿o no?”

Entrevistado por Apro, Jaime Rodríguez asegura que no tiene encontronazo con los medios, ni busca acotar la libertad de prensa pues ha buscado mantener un trato cordial con todos y su promesa de campaña de no pagarle “un solo peso” a los medios para difusión de su imagen.

Sin embargo, dice que las empresas de comunicación cuando difunden noticias, en ocasiones utilizan trucos para distorsionar los verdaderos mensajes que emiten.

“Ustedes en los medios son así de mañosones, a veces. Cabecean la nota para que diga algo y en la nota van escondiendo la posible verdad. Creo que hay una ley para que dé réplica en el mismo espacio a la persona que cuestionas. Pero no lo hace ningún medio y lo dejan hasta el día siguiente”, dice.

Por esa publicación, asegura, el periódico da a entender que el gobernador de Nuevo León falta a su palabra de no pagar a ninguna firma de comunicación para que resalte su imagen, lo cual lo daña a él y a la administración estatal.

AR difundió en su portada una foto grande de Rodríguez Calderón, quien precisa que la revista publicó una entrevista en la que se interesan en “el gran trabajo” que ha hecho su administración en el área financiera. Contrario a lo que pudiera suponerse, asegura que, de ningún modo, es un publirreportaje, como los que algunos políticos pagan para difundir su imagen, mientras eluden sanciones de las leyes electorales.

Se le precisa que, casualmente, esta nota sale en los días en que él delibera sobre la posibilidad de buscar la presidencia de la República, como públicamente lo ha dicho, una coincidencia que mueve por lo menos a sospechar que existe en esa nota un propósito de enaltecer la figura del gobernador independiente.

Y considera que el hecho de que AR dé a conocer en anuncios panorámicos la revista en la que, casualmente, muestra el rostro del ranchero nuevoleonés, “puede ser” una forma en la que el mismo producto impreso se publicita, aunque por esta vez con su persona como tema central.

“No, compadre. Ustedes son malpensados. Todos. A ver ¿por qué no cuestionas a Rafael Moreno y otros? Se están gastando el dinero público, y nosotros no estamos haciendo eso. No reconozco que sea campaña a mi favor. Mira, pronto voy a poner panorámicos del tequila y van a salir con eso de que me ando promocionando, punto”, se defiende.

En la campaña para la gubernatura del 2015, El Norte fue factor decisivo para equilibrar la cobertura mediática que, de otra forma, hubiera sido desfavorecedora para el candidato independiente. Más que difundir en sus páginas reportes que ayudaran a la imagen del Bronco, publicó en los días previos a los comicios, una serie de investigaciones y reportajes en contra de la administración de Rodrigo Medina, entonces gobernador priista de Nuevo León.

Estas notas contra el mandatario saliente, afectaron definitivamente a Ivonne Álvarez, la aspirante tricolor quien era respaldada por las televisoras, así como por sus medios impresos: Milenio Diario, Multimedios, y El Horizonte, de TV Azteca. Fueron exhibidas las corruptelas del gobernador del PRI, lo que afectó a la candidata de su partido, que naufragó en los comicios.

Los medios no hacen gobernantes

A más de año y medio de distancia, el mandatario rechaza que el diario de la familia Junco estuviera de su lado para apuntalar la candidatura. Aún más, sostiene que ningún medio es capaz de definir la suerte de un aspirante en las urnas.

“El Norte no es aliado de nadie. En campaña sólo dijo la verdad. Pero los medios no contribuyen a que uno llegue, no contribuyen a quien gane o pierda una elección. Su labor es informar, y la gente decide en base a eso y muchas informaciones. La gente es inteligente y en este país no se toman decisiones porque un periódico publicó algo.

“Nunca he tenido un acuerdo con El Norte, ni con ningún medio. No he tenido en mi vida acuerdos, ni los tendré para que sea aliado de un medio o éste sea aliado de nosotros. Cada quien tiene qué hacer su trabajo de manera objetiva. Y también aclaro que no tengo pleito con El Norte, ni con ningún medio”, dice.

Independientemente de sus propias simpatías, el hecho de que el diario regiomontano no favorezca a ningún gobernante es bueno para la ciudadanía, dice Rodríguez, pues sirve como contrapeso en el ejercicio de la función pública.

Tampoco está confrontado con las televisoras, dice, y si no difunden sus actividades, es porque no están obligadas a hacerlo. “Ni que fuera yo socio o dueño. Publican lo que quieren y yo les digo lo que quiera. Es parte de la libertad de expresión”.

Asevera que cuando un medio de comunicación publica una mentira, debe ser cuestionado y aguantar “sin hacer berrinches”, sin que eso signifique que por manifestar su inconformidad él muestre “piel delgadita”, al enfadarse ante la crítica.

“No, no, no. Yo soy un hombre franco que siempre digo las cosas, tal cual. No le caigo bien a algunos medios porque no les pago y los cuestiono. Ellos también deben ser cuestionados y tampoco deben tener la piel delgadita. Pero, a fin de cuentas, esto no debe ser un tema de confrontación. Si el medio critica al gobernante o un funcionario, también puede ser criticado y hasta demandado. No debe estar blindado a la crítica”, se defiende Rodríguez.

Afirma que tiene buena relación con la prensa nacional, aunque le han publicado muchas notas que no son de su agrado, algunas de ellas verdades a medias, según dice, que no le permiten la oportunidad de explicar. Las acepta porque, dice, absorbe la crítica y reconoce que en la posición en que se encuentra está bajo el escrutinio del público y de los periodistas.

Desinterés ciudadano

Se le menciona que se le compara con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por su desdeño hacia los medios y responde: “He recibido insultos peores”.

Considera que los desacuerdos que tiene con las empresas de comunicación, le resultan indiferentes a la ciudadanía que, sostiene, se preocupa más por sus propios problemas, relacionados con la subsistencia cotidiana.

“Este no es un tema que sea realmente importante para la sociedad. Para ustedes los medios sí. Yo ando por la calle, a toda madre, todos los días. Ahorita voy a una colonia y si le pregunto a la gente si cree en los medios, si lee alguna revista, si escuchan las noticias, la mayoría va a decir que está en su tema, en su trabajo, no están al pendiente de todo lo que digo yo o escriben ustedes. La sociedad tiene un problema más grande, que estar leyendo una nota como esta”, concluye.

Pese a su amenaza de veto, en los días siguientes a la polémica publicación que provocó el distanciamiento, Rodríguez Calderón volvió a atender a los reporteros de El Norte con la normalidad de siempre.

Por estos días existe en Nuevo León un debate público sobre los cambios a la estación Opus que pasó de la Frecuencia Modulada a la Amplitud Modulada.

Los reporteros le cuestionaron el 1 de agosto los movimientos en la programación en la radio propiedad del Gobierno del Estado. Rodríguez Calderón les respondió que los medios se molestaron porque ya no son requeridos por él.

“No (es propaganda), nadie va a hacer eso. Vamos a dejar de usar El Norte, Multimedios, TV Azteca, no se encelen. El gobierno tiene sus propias estaciones. Creo que hay celo de los medios de comunicación. Para eso se creó Radio Gobierno, pero se pervirtió, porque los siguientes gobiernos empezaron a pagarles a ustedes”, dijo.

Rodríguez señaló que requiere Radio Libertad para difundir los contenidos de su administración, en lo que parece ser la creación de un espacio que el mandatario podría utilizar para resaltar su imagen, dentro del proyecto que tiene de buscar una nominación para la Presidencia de la República en el 2018.

Este domingo, unos mil melómanos de la localidad se manifestaron pacíficamente en la Macroplaza de Monterrey y le pidieron al Bronco que regrese Opus a FM.

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