ElFinanciero.com.mx/ Pero el presidente de Estados Unidos no ha considerado el impacto ambiental que este muro tendría. Especialistas aseguran que este muro es un potencial emisor de gases invernadero, que tendría un impacto negativo en el planeta.
El muro estaría hecho de concreto, material que es un potente emisor de dióxido de carbono. Esta obra necesitaría una gran cantidad de dicho material.
Según ingenieros de la Universidad de Nueva York y el University College London, este muro requeriría más del doble de concreto que se utilizó para crear la presa Hoover, ubicada entre Arizona y Nevada en el río Colorado y que pesa más de 6 mil 600 toneladas.
Un muro de mil 600 kilómetros requeriría alrededor de 275 millones de pies cúbicos de concreto, esto liberaría al año hasta 1.9 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera, que es más de las emisiones anuales de todas las casas de Pittsburgh, según Christoph Meinrenken, científico del Earth Institute de la Universidad de Columbia.
Según el último censo en Pittsburgh viven 304 mil 391 personas y la ciudad cuenta con 156 mil 165 unidades habitacionales con un promedio de 2.13 personas por hogar.
La orden de Trump llega mientras las naciones presionan por reducir las emisiones de gases invernaderos a fin de alcanzar los objetivos establecidos en el acuerdo climático de París.
INFRAESTRUCTURA, PERO NO PARA UN MURO
En Estados Unidos se necesita invertir en infraestructura y otros proyectos que implican a la construcción y en los que se requiere el uso del concreto, pero deben estar apegados a los objetivos de combatir el calentamiento global, asegura Rachel Cleetus, economista líder y directora de política climática de la Unión de Científicos Preocupados.
“Porque no hablamos de modernizar las redes eléctricas en lugar de estar pensando en un muro», dijo Cleetus en entrevista con Bloomberg.
La mayor cantidad de dióxido de carbono que emite el concreto viene de su ingrediente principal: el cemento. Según el Earth Institute, la industria cementera aporta alrededor del 5% de las emisiones globales de dióxido de carbono.
Trump no ha precisado de manera oficial las medidas del muro, pero ha dicho en varias ocasiones que cubrirá mil 600 kilómetros (mil millas) de la frontera con México y que tendrá entre 35 y 50 pies de alto.
Estimaciones de Bloomberg, tomando en cuenta un muro de tal longitud y altura, con un grosor de 18 pulgadas, produciría entre 1.2 y 1.9 millones de toneladas de dióxido de carbono. La huella ambiental también podría varias dependiendo de la calidad y composición del concreto con el que se construya.
OTRAS OPCIONES
La cemetera mexicana Cemex parece ser una de las que más posibilidades tienen de obtener beneficios de dicho muro, ya que tiene operaciones en ambos lados de la frontera, aunque algunos senadores mexicanos como Manuel Bartlett consideran “indigno que empresas mexicanas participen”.
Trump podría optar por una cerca, como algunos líderes republicanos han sugerido. Otra opción que surge a raíz de la problemática ambiental que el muro implica es Carbicrete, una empresa canadiense que fabrica un tipo de concreto que absorbe el dióxido de carbono.
Chris Stern, jefe ejecutivo de la compañía, dijo a Bloomberg que utilizar bloques de Carbicrete podría reducir 1.2 millones de toneladas métricas de la atmósfera.
«Somos una empresa de tecnología que desarrolla soluciones de construcción innovadoras y de bajo costo que contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Nuestra tecnología patentada permite a los fabricantes producir concreto libre de cemento y carbono negativo», dicta la descripción de Carbicrete en su sitio web.
Las emisiones de carbono no son el único problema ambiental de este muro. La organización ambiental Sierra Club consideró que esto podría impactar en la migración de diversas especies como ocelotes, además de que no ayudaría mucho a detener a los migrantes en su camino.
“La gente cuando llega a la frontera ya viajó cientos de kilómetros, si no es que miles, para cuando llegan a la frontera. Ellos no van a mirar el muro y darse la vuelta, van a buscar alternativas para pasarlo”, dijo la organización.
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