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CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En la jornada electoral del domingo 1 estuvo presente el crimen organizado en diversas casillas del país. Al menos en la tercera parte de las entidades federativas hubo asesinatos afuera de los centros de votación, acoso a la prensa e intimidación, a mano armada, de votantes.
Además, en varios estados los grupos criminales se erigieron en defensores del proceso electoral. Eso ocurrió en Guanajuato, donde el Cártel de Jalisco Nueva Generación amenazó a quien intentara “comprar” votos, y en el principal puerto de Guerrero, donde “La ciudadanía de Acapulco” dijo que aplicaría la “pena de muerte” a quien tratara de impedir el sufragio.
La capital del país no estuvo exenta de la violencia criminal: el consejero presidente del Instituto Electoral de la Ciudad de México, Mario Vázquez Miranda, informó que en el distrito 27, en Iztapalapa, durante la apertura de casillas dos hombres armados robaron la documentación.
En el municipio sinaloense de Cosalá, el portal Línea Directa denunció que la mañana del domingo 1, mientras sus reporteros realizaban la cobertura del proceso electoral, fueron retenidos y amagados por un grupo del crimen organizado.
“A un par de cuadras de la plaza de este municipio fueron interceptados por sujetos armados quienes les indicaron que se retiraran del lugar; a pesar de obedecer la orden, otro grupo los emboscó de nuevo. Un hombre armado pidió al conductor esperar la llegada de su jefe. Los periodistas, quienes permanecieron en el suelo durante dos horas, vieron llegar cinco unidades con hombres armados; uno era el jefe y ordenó a los reporteros salir del lugar.
“Según los reporteros, los agresores indicaron que trabajan en favor del voto priista y que quien no votara por este partido, recibiría un castigo”, reportó Línea Directa.
Gaudencio Pacheco Rojo, vocal de organización del Instituto Electoral del Estado de Sinaloa (IEES), confirmó que de seis casillas de Cosalá –municipio en el que ganó el PRI– llegaron reportes de acciones de la delincuencia organizada; en uno de los centros de votación, el 681, la presidenta tuvo una crisis nerviosa y debió ser atendida en la Cruz Roja.
Gonzalo Estrada, representante del PRI ante el IEES, recibió un reporte de que en la población de Dautillos, municipio de Navolato, había gente armada que intimidaba a los electores. Y en Mazatlán se denunció que al menos 10 encapuchados llegaron a una casilla de donde se llevaron la mochila de uno de los encuestadores, golpearon a una persona y causaron pánico entre votantes y funcionarios.
Desde días antes del domingo 1 se informó que en decenas de puentes peatonales de Acapulco aparecieron narcomantas con amenazas contra quienes cometieran delitos electorales.
(Con información de Ezequiel Flores, Luis Brito, Sergio Caballero, Gabriela Hernández, Pedro Zamora, Patricia Mayorga, Verónica Espinosa, Armando Guzmán, Gloria Reza y Patricia Dávila).