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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Papa Francisco defendió hoy enérgicamente al obispo de Osorno, Chile, monseñor Juan Barros, quien es acusado de encubrir al controvertido sacerdote pederasta chileno Fernando Karadima.
“El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros. Ahí voy a ver. No hay una sola prueba en su contra, todo es calumnia, ¿está claro?”, les dijo el Papa, molesto, a los medios que le preguntaron sobre el posible encubrimiento del obispo.
En el marco de su visita a Chile, poco antes de subir al Papamóvil para ir a presidir una misa en el Campus Playa Lobitos, el Papa se dirigió a los periodistas para saludarlos. Iba sonriente. Pero esta pregunta le endureció inmediatamente el semblante… y lo hizo calificar de “calumnia” las acusaciones contra Barros.
Este incidente se dio en medio de las protestas de varias organizaciones civiles y religiosas por la presencia de Barros en los eventos papales: el obispo de Osorno ha participado en las tres misas multitudinarias que ha encabezado Bergoglio durante su periplo por Chile.
A juicio de estas organizaciones, incluso de sacerdotes chilenos, al obispo Barros debió impedírsele participar en las actividades del pontífice, y más todavía cuando Francisco ha venido pregonando en Chile que la Iglesia no solapará a los sacerdotes pederastas.
Las mismas víctimas aseguran que el obispo estuvo encubriendo los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Karadima –una especie de Marcial Maciel chileno–, quien actualmente es sometido a juicio por los tribunales civiles de ese país.
Las primeras acusaciones contra Karadima datan de 1955. Pero las que causaron impacto en la opinión pública fueron las de los ochenta, cuando era párroco de la iglesia El Bosque y estuvo abusando de varios jóvenes que lo apoyaban en sus labores pastorales.
En 2011, tras haberle comprobado sus abusos sexuales y psicológicos contra menores de edad, la Iglesia católica le quitó a Karadima el ministerio sacerdotal.
De acuerdo con los testimonios que se recabaron de algunas de las víctimas, el obispo Barros estuvo al tanto de los abusos de su sacerdote y no hizo nada por impedirlos.
Todavía el día de hoy, una de las víctimas, Juan Carlos Cruz, escribió en su cuenta de Twitter: “Como si hubiese podido sacarse una selfie o foto mientras Karadima me abusaba a mí u otros con Juan Barros parado viéndolo todo”.