Por Paty Aguilar
Fotos Reiki de la Bahía
La tradición de la peregrinación de San Juan de Abajo, que lleva más de 100 años de realizarse para celebrar a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario del Tintoque, patrona de la comunidad de Valle de Banderas y Reina y Madre de Bahía de Banderas, Nayarit, es un acto de devoción autentico que fue iniciado por familias campesinas de la región que llevaban a la Virgen del Tintoque a las tierras de cultivo en la estación de verano para que lloviera, ahora, van por ella y durante cuatro días llevan a la Virgen peregrina a su iglesia de San Juan Bautista, donde la veneran y este 2 de febrero, Día de Nuestra Señora del Rosario, la regresan en peregrinación hasta dicha comunidad y para ello caminan alrededor de casi 3 horas, luego de recibir la bendición del sacerdote de San Juan de Abajo, según recordó, Eric Fabián Medina Arreola, actual responsable de organizar dicha peregrinación que le dejó como herencia su padre, Jesús el Llantero, como se le conoció, QEPD, quien durante muchos años guio a los peregrinos.
Durante el trayecto, la Virgen peregrina, es portada en hombros de los varones que año con año se programan para tal privilegio hasta llegar a los pies de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Tintoque, acompañados por mujeres, niños, niñas y adultos mayores. En esta ocasión, llegaron a la iglesia de Valle de Banderas, alrededor de casi 200 peregrinos llenos de gozo y alegría.
En este caminar, llegan a un pequeño rancho, propiedad de don Pilar Cervantes y doña Eva Rodríguez Ramos, donde los peregrinos se toman un descanso y son recibidos con aguas frescas. Ahí aprovechan para tomar un desayuno que en esta ocasión llevó el padre, Melecio; 500 tacos de frijoles y huevo, además de las tortas y más comida que llevaron los peregrinos.
Para nosotros los ausentes de San Juan de Abajo, comenta, Pilar García, que actualmente radica en Estados Unidos y que está de visita en su tierra natal “es un lindo recuerdo y volver a nuestra niñez ya que desde chicos se nos inculcaba la adoración a María Madre de Dios, e incluso hay personas de mi edad que formamos un grupo de niños que iniciamos una linda tradición, hará como unos 45 años, de asistir a pagar favores caminando con la virgen. Es muy vigorizante sentir la fe que nos envuelve a todos, la alegría y el fervor con que se hace, que sientes tu como se cimbra el corazón de gozo y hasta lagrimas se derraman” dijo muy emocionado de haber tenido la oportunidad de estar en esta celebración, desafortunadamente, padece una enfermedad del corazón, lo que no le permite caminar por mucho tiempo, sin embargo, en la plaza y entrada del iglesia, ahí esperó, junto con los feligreses de Valle de Banderas, la llegada de la peregrinación de su pueblo que fue recibida entre aplausos y canticos que colmaron completamente el interior de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Tintoque donde se ofició la Misa Concelebrada en su Honor.
Al término de la Eucaristía, los peregrinos, como cada año y que también forma parte de la tradición, fueron invitados a comer una rica birria con arroz, frijoles u aguas frescas.