Moscú.
El Kremlin refutó nuevamente las acusaciones de que Rusia estuvo involucrada en ataques cibernéticos durante la elección presidencial estadunidense de noviembre pasado, y dijo que se trata de una fastidiosa cacería de brujas. Son acusaciones absolutamente infundadas, de nivel amateur, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y advirtió: empiezan a cansarnos.
Los servicios de inteligencia estadunidenses publicaron el viernes un informe que denuncia la puesta en marcha de una campaña rusa de pirateo informático para dañar el proceso democrático de Estados Unidos y aumentar las posibilidades de victoria del multimillonario republicano al denigrar a su rival, Hillary Clinton.
Seguimos negando categóricamente cualquier participación en ataques informáticos contra Estados Unidos, declaró Peskov, quien afirmó que este informe no aporta ninguna sustancia a las acusaciones de Washington.
No sabemos todavía qué datos utilizan quienes lanzan estas acusaciones infundadas, insistió.
Correos electrónicos pirateados al Partido Demócrata y a John Podesta, jefe de la campaña de Hillary Clinton, fueron difundidos en Internet, principalmente por Wikileaks antes de la elección para desestabilizar la candidatura demócrata.
Barack Obama sancionó a Rusia con la expulsión de 35 diplomáticos, a quienes calificó de espías.
En ese contexto, Julian Assange, fundador de Wikileaks, acusó este lunes a los servicios secretos de Estados Unidos de presentar un informe motivado políticamente sobre los ataques de hackers contra objetivos estadunidenses.
El informe publicado no corresponde a la estructura y exigencias de los informes de inteligencia, dijo Assange en una conferencia transmitida por Internet desde la embajada ecuatoriana en Londres. El informe es un ejemplo de cómo los servicios secretos estadunidenses han sido politizados por la administración de Barack Obama, acusó.
El informe de los servicios secretos es un cañón político que apunta a Donald Trump, aseguró Assange.