Por Adrián De los Santos
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Luego de esperar más de un año, los resultados de los estudios de ADN, a los que fueron sometidos unos restos mortales localizados dentro del municipio de Cabo Corrientes, finalmente la autoridad judicial dio a conocer, que se tratan de un joven originario de Tomatlán, vecino del Puerto de Mazatlán, el cual estaba como desparecido a finales del mes de noviembre del 2017.
Finalmente, gracias a esos estudios, lograron saber que se trataba de José Manuel Aréchiga Gil, por lo que los familiares solicitaron los pocos restos encontrados por las autoridades, a fin de poder darle sepultura y tener un lugar donde ir a recordar y llorar a su familiar.
Las autoridades judiciales informaban, que ellos por su parte continúan con las investigaciones, a fin de saber qué fue lo que sucedió, pues los restos mortales de quien ahora se sabe, eran de José Manuel Aréchiga Gil, fueron hallados semienterrados y calcinados, en un predio conocido como La Tepanera, en el municipio de Cabo Corrientes.
De acuerdo a lo informado respecto a estos hechos, las autoridades habían sido enterados desde mediados del mes de noviembre, pues había llegado a Tomatlán para arreglar la baja de una camioneta que había comprado.
Se dijo que José Manuel estuvo unos días en Tomatlán, de donde salió el día 28 de noviembre de 2017 a bordo de una motocicleta y desde entonces ya no sabían de él, por lo que comenzaron a buscarlo y presentaron la respectiva denuncia por desaparición de persona.
Fue el día 15 de diciembre del 2017, cuando las autoridades judiciales fueron enteradas, que a la altura del kilómetro 162+500, a 500 metros sobre una brecha que conduce al potrero Los Plátanos, en el predio conocido como La Tepanera, en el municipio de Cabo Corrientes, habían hallado unos restos humanos.
Al lugar acudió personal de la Policía Investigadora, así como, así como peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses y el agente del Ministerio Público, quienes fijaron el lugar de los hechos y procedieron al levantamiento de los restos.
Se dijo que por estos hechos, algunas personas se presentaron a realizar la comparativa de ADN, con la esperanza de que se tratara de su familiar, siendo hasta estos días cuando finalmente el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, informó a la Fiscalía, que esos restos hallados en el 2017, coincidían con el ADN del señor Vidal Aréchiga Díaz, padre de José Manuel Aréchiga Gil, por lo que fueron enterados para que pasaran a recoger los restos mortales de su familiar.
Sus familiares informaron que José Manuel tenía una tortillería Mazatlán, misma que hacía como 5 meses que la había puesto y refieran que él casi no conocía gente de Tomatlán, porque muy chico se fue al extranjero y aparte no era de las personas que le gustaban problemas.
“Su pecado fue traer moto nueva y sin placas, porqué en ese tiempo no hay placas, pero siempre traía con él la factura de la moto, había venido a pasar unos días con la familia en Tomatlán y en Vallarta”.
“Después de un año de intensa búsqueda de parte de su familia, al fin da fruto aunque tristes, se encontraba en el SEMEFO de puerto Vallarta desde ese un año, tiempo en que se desapareció sin poderse localizar por lo tardado de las pruebas de ADN, se encontró semi enterrado en el predio de los plátanos municipio de Cabo Corrientes”, dijo uno de sus familiares.
