Un enfrentamiento armado entre grupos contrarios dedicados al robo y contrabando de combustible
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SAN JOSÉ DE BÁCUM, Son. (apro).- Un enfrentamiento armado entre grupos contrarios dedicados al robo y contrabando de combustible, que se prolongó por más de una hora, dejó un saldo de siete gatilleros muertos y tres heridos.
La refriega, que alertó a las agencias policiales de los tres niveles de gobierno, inició a la una de la madrugada de este lunes sobre la calle Base entre la 11 y 13, al poniente de este municipio.
Una línea de investigación preliminar indica que un convoy de cuatro camionetas emboscó a sus contrarios en las calles antes mencionadas, y de ahí derivó el ataque.
La Fiscalía sonorense estableció que a las 2:47 de la madrugada, durante los primeros trabajos periciales, se determinó que fueron utilizadas armas de grueso calibre, y precisó que los tres individuos que resultaron con lesiones son originarios de Chihuahua y Jalisco.
Uno de ellos se identificó como Aureliano “N”, de 36 años, nativo de la comunidad de El Tablón, municipio de Morelos, Chihuahua, y otro dijo llamarse Luis Enrique “N”, de 34 años, originario de Navojoa, pero con residencia en el Valle del Yaqui.
De acuerdo con informes periodísticos de la región, en esta comunidad localizada a 238 kilómetros al sur-poniente de la capital, Hermosillo, se advierte que las disputas de los últimos días se deben al control, extracción y contrabando de combustible obtenido ilegalmente de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La madrugada del 14 de septiembre pasado, en esta localidad fue abandonada una hielera con las cabezas de siete personas, además de una mano y una pierna.
En aquella ocasión, las diligencias estuvieron a cargo de la Policía Estatal de Seguridad Pública y personal de Servicios Periciales adscrito a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
Los restos humanos correspondían a hombres de entre 25 y 40 años, y fueron abandonados frente a una parada de autobuses suburbanos que se ubica sobre la calle “T”, a la salida sur de esta comunidad rural.
De acuerdo con las autoridades, esas ejecuciones derivaron de la disputa que mantienen los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el trasiego de drogas hacia Estados Unidos y ahora por el control del huachicol.