Por Mauricio Lira Camacho
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Súper dolor de cabeza para locales y visitantes al centro de Puerto Vallarta.
Escombro diario y demasiados sitios de taxis en cada esquina, es lo que todo mundo ve, los siete días de la semana.
Son estos dos factores, los que no han sido erradicados en el centro, considerado el primer cuadro en el municipio de Puerto Vallarta.
Primero los espectáculos a diario, con el acumulamiento de escombro en las esquinas, lo mismo la gran cantidad de sitios de taxis, que invaden las calles.
Durante todo el año, el centro de Puerto Vallarta es objeto de un abrir y cerrar de tramos en las calles, sea de gobierno municipal, empresa paraestatal o de dependencias federales.
Al final en cada uno de los casos, cuando acaban los trabajados de determinadas obras, nadie se responsabiliza por el levantamiento de las montañas de piedras y tierra que dejan los empleados.
No sin antes advertir que también dejan muy sucias las esquinas en otras calles, en donde se permite la vendimia de comida. Esto ocurrió con la problemática del escombro aumulado en la esquina de la calle Morelos, por cierto de alto tránsito peatonal.
En el momento de tomar las gráficas correspondientes, era constante el paso de familias nacionales y de turistas internacionales.
Días de aciago con la llegada de cruceros internacionales y de un puente vacacional conmemorativo al 20 de noviembre en el país, de inicio de la revolución.
Varios han sido los días en los que vecinos de la zona del centro, han denunciado que por este tipo de obras y el olvido de material con escombro, tierra y piedras personas a pié se han lesionado sus tobillos.
A través de este medio de comunicación, los quejosos piden a las autoridades, empresas particulares y dependencias federales, cuidar este tipo de aspectos para no empañar la imagen urbana del destino.
Además, es sabido que en el primer cuadro del municipio de Puerto Vallarta es casi imposible llegar a estacionarse en alguno de los cajones, debido a que los propietarios de fincas, hacen suyo el espacio y en otras ocasiones, sobre todo de vialidades a un costado del paseo peatonal del malecón, los sitios de taxis invaden hasta calles enteras.
Nadie puede entrar, nadie salir y no se puede uno estacionar libremente.
Haya o no vehículos de los amarillos o blancos.