Esta es la mejor forma para acabar con el mal olor del cuerpo

¿Te persigue el mal olor corporal después de hacer ejercicio? Descubre por qué ocurre y cómo combatirlo

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El mal olor corporal es una molestia común para muchos al momento de hacer ejercicio, pero no estás solo en esta lucha. Para quienes entrenan de forma regular, el sudor no siempre es bienvenido, sobre todo cuando se convierte en una “sombra” que parece acompañarnos durante toda la jornada. ¿Por qué, entonces, nuestro cuerpo decide que el sudor tiene que oler mal? A continuación, desglosamos las razones.

El sudor en sí mismo es inodoro. Se trata de una mezcla de agua y sales que el cuerpo libera para regular la temperatura interna. Sin embargo, lo que realmente genera el mal olor son las bacterias que habitan en nuestra piel, especialmente en las zonas que tienden a sudar más: axilas, pies, genitales e ingles. Estas bacterias se alimentan del sudor y, al hacerlo, generan compuestos que emiten un olor desagradable.

El sudor es fundamental para regular la temperatura del cuerpo, y nuestras glándulas sudoríparas son las encargadas de liberar este líquido. Aunque el sudor se evapora rápidamente, ayudando a enfriar el cuerpo, cuando se acumula o se mezcla con las bacterias de la piel, el mal olor se vuelve inevitable.

El sudor es una respuesta natural del cuerpo, pero el mal olor puede prevenirse con los cuidados adecuados. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es importante destacar que existen condiciones médicas que pueden intensificar el mal olor corporal, como la hiperhidrosis, que se caracteriza por una sudoración excesiva en diversas partes del cuerpo, y la bromhidrosis, que es el término técnico para el mal olor relacionado con la sudoración. En ambos casos, la calidad de vida de las personas afectadas puede verse significativamente impactada.

Aunque el diagnóstico se realiza generalmente a través de una evaluación clínica, en algunos casos puede ser necesario realizar estudios de laboratorio para identificar las causas subyacentes. Si sospechas que alguna de estas condiciones podría estar afectándote, lo mejor es consultar a un especialista para un tratamiento adecuado.

• Elige ropa adecuada: Evita las telas sintéticas, que atrapan el sudor y favorecen la proliferación de bacterias. Opta por ropa de algodón, que permite que tu piel respire mejor.
• Mantén tu ropa limpia: Lava siempre tu ropa deportiva después de cada sesión para eliminar restos de sudor y bacterias.
• Limpieza profunda de la ropa: Para una limpieza más eficaz, mezcla una parte de vinagre blanco con cuatro partes de agua fría y deja las prendas en remojo durante 30 minutos antes de enjuagar.
• Higiene personal: Lleva una toalla al gimnasio y sécate el sudor con frecuencia. Esto evitará que el sudor se seque sobre tu piel y reduzca la proliferación de bacterias.
• Cuida tus axilas: Considera eliminar el vello axilar, ya que esto puede ayudar a reducir la acumulación de bacterias.
• Usa desodorante o antitranspirante: Aplica estos productos antes de entrenar para mantener el mal olor a raya durante tu rutina.
• Dúchate adecuadamente: No olvides ducharte antes y después del ejercicio con un jabón antiséptico que elimine las bacterias y prevenga malos olores.
• Cuida tu dieta: Algunos alimentos, como el ajo, la coliflor, el café, la carne roja y el curry, pueden aumentar la intensidad del mal olor corporal. Intenta moderar su consumo si notas que afectan tu sudoración.
• Hidratación constante: Asegúrate de beber suficiente agua antes, durante y después de tu entrenamiento. Mantenerte hidratado no solo ayuda a regular la temperatura de tu cuerpo, sino que también puede reducir el olor corporal.

El uso de desodorantes y la elección de productos antisépticos ayudan a reducir las bacterias responsables del mal olor. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El mal olor corporal durante el ejercicio es una preocupación legítima, pero con algunos ajustes en tu rutina de higiene, la elección de ropa y la dieta, es posible controlarlo y sentirte fresco. Si a pesar de seguir estos consejos el problema persiste, podría ser útil consultar a un dermatólogo para descartar condiciones médicas que puedan estar afectando tu sudoración.