Estos ingredientes tienen tres activos que son fundamentales para luchar contra enfermedades relacionadas al cerebro
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Todo el mundo quiere tener una vida saludable y la mejor forma de hacerlo es tener una alimentación balanceada y abundante en nutrientes positivos para nuestro organismo. La comida es el combustible que hace funcionar a nuestro cuerpo y poner atención en esa parte de nuestro día a día es esencial.
Por supuesto, hay alimentos que no son nada buenos para nosotros, e incluso hay algunos que no son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, por lo que retirarlos por completo de nuestra dieta diaria tendrá únicamente beneficios, como el azúcar y la comida chatarra y ultra procesada.
No obstante, hay otros alimentos que sí que tienen muchísimos beneficios y consumirlos no sólo nos mantendrán saludables a corto plazo sino que podrían funcionar como un mecanismo preventivo para ciertas enfermedades que son potencialmente peligrosas para nuestra vida.
La prestigiosa universidad de Harvard señala a un grupo de alimentos que pueden ayudar con enfermedades de la salud mental como la depresión, también mejora la memoria de quien las come, además de que tiene agentes que ayudan a prevenir uno de los padecimientos que más preocupa a las personas que comienzan a entrar a la tercera edad: el alzhéimer.
Estos alimentos son los vegetales cuyas hojas son de color verde, y Harvard escoge algunos que son fundamentales: las acelgas, la col, la lechuga, el repollo, las hojas de diente de león, las espinacas, los berros, la rúcula y los canónigos.
Pero, ¿cuáles son los activos que entran en función para prevenir enfermedades como el alzhéimer y la depresión? Son tres: la luteína, el folato y el betacaroteno.
Luteína: en qué más te puede ayudar
La luteína es un tipo de pigmento carotenoide presente en verduras de hoja verde, como la espinaca y la col rizada, y en otras fuentes alimenticias como las yemas de huevo y el maíz. Este compuesto es conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para filtrar la luz azul dañina, lo que le confiere un papel importante en la salud ocular.
La luteína se acumula en la mácula y la retina del ojo, contribuyendo a la protección de estos tejidos contra el daño causado por la luz y mejorando la visión. Además, estudios sugieren que una ingesta adecuada de luteína puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular y las cataratas. Aunque el cuerpo humano no produce luteína, puede obtenerse a través de la dieta o suplementos alimenticios.
Folato: sus bondades para el organismo
El folato es una vitamina B soluble en agua, específicamente la vitamina B9, esencial para numerosos procesos corporales, incluyendo la síntesis de ADN, la reparación y la división celular. Se encuentra naturalmente en una variedad de alimentos, tales como verduras de hoja verde (espinacas, brócoli), legumbres (lentejas, garbanzos), frutas (naranjas, plátanos), y frutos secos. El ácido fólico, una forma sintética del folato, se añade a menudo a los alimentos procesados como los cereales y se encuentra en los suplementos vitamínicos.
Además, la investigación sugiere que el folato puede jugar un papel en la reducción del riesgo de varias enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer, aunque se necesitan más estudios para comprender completamente estas relaciones. La deficiencia de folato puede llevar a síntomas como fatiga, debilidad, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Betacaroteno: un aliado para la salud
Fuentes ricas en betacaroteno incluyen zanahorias, batatas, espinacas, col rizada y melón. Además de ser un importante precursor de la vitamina A, el betacaroteno es un antioxidante potente, lo que significa que ayuda a neutralizar los radicales libres en el cuerpo y, por lo tanto, puede jugar un rol en la protección contra enfermedades crónicas, como las enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer.